Uno de los valores añadidos más importantes de la economía en la región Centro de Portugal son sus afamados quesos artesanos de oveja, cuyo secreto mejor guardado es la flor del cardo ("Cynara cardunculos"), que se recolecta en primavera y que es esencial para que la leche cuaje y dé paso al queso cremoso.

En la Feria de la Tradiciones, que hoy se cierra en la localidad lusa de Pinhel, decenas de maestros queseros dan a probar sus mejores quesos, elaborados a partir de sus propias ovejas con las que pastorean en el sur del Duero, en el Valle del río Côa, o en las escarpadas laderas del Parque Natural Sierra de Estrela.

Filomena Domingues ha acudido a Pinhel para dar a conocer en el certamen sus quesos, a los que define como un producto "único" que ella misma elabora a diario, tras ordeñar su rebaño en el pueblo de Castelo Melhor.

"Tengo ovejas de raza churra y elaboro con mis propias manos una media de 20 ó 25 quesos al día", explica a EFE la artesana.

El secreto, además de sus manos expertas, es la flor de cardo, que guarda para todo el año y usa como cuajo natural para que el queso sea lo más artesanal posible.

El resultado, quesos cremosos que luego vende al precio de diez euros la unidad y que le sirven para vivir durante todo el año.

"La mayoría los vendemos en Portugal", asegura la ganadera, aunque en los últimos años han aumentado también las ventas de sus quesos caseros en países como Francia o en la excolonia lusa de Angola.

A la Feria de las Tradiciones de Pinhel también ha acudido con sus quesos el productor portugués Luis Martínez, de Vila Franca das Naves, un pueblo de la comarca de Trancoso, fronterizo con Salamanca y que se encuentra en la cuenca del río Côa.

A diferencia de Filomena, que elabora quesos cremosos, los suyos son quesos de oveja curados.

"Cada día elaboramos queso a partir de 2.000 litros de leche de ovejas de diferentes ganaderos de la región", explica Martínez.

Sus quesos curados se venden tanto en Portugal como en España y el pasado año obtuvieron el premio al "Mejor Queso Curado de Oveja" de Portugal.

El secreto, al igual que el del resto de productores del Valle del Côa, está en la "Cynara cardunculus", que es el nombre científico de la flor de cardo.

Durante toda esta semana, son muchos los pueblos de la región Centro de Portugal que celebran ferias o mercados para mostrar al público los primeros quesos del año, ya que en el invierno es cuando se elabora el mejor queso.

Según los productores, el pasto que comen las ovejas en invierno da un sabor más uniforme y, por lo tanto, el queso es más apreciado, al contrario que el que se elabora en primavera, ya que da sabores muy diferentes debido a que las ovejas comen un pasto mucho más variado.

En Celorico da Beira, Aguiar da Beira, Trancoso o Seia (zonas próximas a Salamanca) también celebran estos días ferias en torno al queso.

En el caso de Seia, su Ayuntamiento ha anunciado que crearán un centro para reforzar la producción y la innovación quesera para potenciar aún más este producto endógeno de Portugal.

Gouveia es otro de los referentes queseros de la Sierra de Estrela, donde se celebra desde el pasado 24 de febrero y hasta hoy una feria a la que han acudido una treintena de productores.