El olor a chocolate impregna la habitación donde 16 estudiantes no pierden detalle de los trucos que el maestro pastelero español, Jordi Bordas, que en 2011 se proclamó campeón del mundo de la especialidad, comparte durante un curso en Bangkok.

La cantidad precisa, el movimiento sin pausa del batidor o los grados exactos para mezclar los diferentes ingredientes son parte de un proceso necesario para lograr la tarta perfecta.

"Tener ganas de compartir es una característica indispensable (de todo maestro pastelero) porque justifica el sacrificio y el esfuerzo para cambiar las cosas", declara Bordas tras trabajar con sus alumnos en más de una decena de postres diferentes.

El creador, que se alzó en 2011 con el cetro de campeón del mundo de pastelería, presentó hace dos años su método de trabajo bautizado como "B-concept" con el que trata de crear recetas más ligeras, sanas y sabrosas.

"Mi principal objetivo es intentar hacer un producto más adaptado a las necesidades del consumidor actual (...) lo visual a mi no me llena, mi preocupación va más allá, en la salud de la gente. Al final lo más importante es que degusten un postre rico, limpio y con sabores reales", explica.

A diferencia de las recetas tradicionales, en las tartas del maestro español no hay productos con lactosa ni gluten, que son sustituidos por otros ingredientes que además ayudan a mejorar la calidad y los sabores en el resultado final.

Durante cuatro jornadas los alumnos, la mayoría tailandeses pero también de otros lugares de Asia y Oceanía, se han sumergido en la práctica de metodología del "B-concept", en un ambiente distendido y donde los estudiantes participan activamente.

"Ellos (los alumnos) desde cero logran una formación que les permite llegar a dibujar su propia receta (...) adaptados a los gustos predominantes de cada cultura", señala Bordas.

El español inauguró a finales de febrero la tercera edición de los cursos "World Pastry" promovidos por la academia tailandesa "Fully Baked Story" en la que participarán otros siete maestros pasteleros, entre ellos el mexicano Francisco Migoya, quien intervendrá entre el 13 y el 15 de marzo.

"Pretendemos formar a nuestro alumnos en la verdadera pastelería de Europa, porque en la región predomina el estilo estadounidense con productos grandes, cremosos y poco saludables. Y a través de los estudiantes educar los paladares de nuestro comensales", señala Sripoom Laowakul, fundador de la escuela.

El pastelero tailandés, que estudio en Alicante con el maestro Paco Torreblanca, ya planifica la próxima edición de los cursos en las que traerá a más profesionales españoles.

A lo largo de 2017 Bordas también visitará China y Francia para compartir sus conocimientos con más alumnos, una tarea que compatibilizará con la enseñanza en su propia academia y su trabajo en la pastelería que regenta, ambas en la ciudad catalana de Viladecans, en la provincia de Barcelona.

El maestro pastelero matiza que a pesar de ser un revolucionario en su sector, lo primero es aprender cómo elaborar las recetas tradicionales y entender el proceso creativo.

"La pastelería generalmente se compone de recetas de hace muchos años. En las últimas décadas, tecnológicamente hemos tenido una revolución bestial, pero en el oficio no han habido suficientes cambios. Se avanza poco a poco (...) Al futuro de la pastelería le queda mucho trabajo por hacer", sentencia al clasificar a Francia, Japón y España como los países que lideran el sector.

En la maleta de Bordas no falta durante sus salidas al extranjero el "granito de arena" que aportan los "excelentes" productos españoles en los que basa sus creaciones y que ayudan a compartir una porción de la cultura de la pastelería autóctona.