Mil comensales han degustado hoy en Manila la mayor paella de la historia de Filipinas, un país donde el plato español por excelencia sigue formando parte de la gastronomía local más de un siglo después del fin de la colonización.

Cien kilos de arroz con 265 kilos de pollo, gambas, mejillones y otros ingredientes cocinados en una paellera de tres metros de diámetro sobre fuego de leña han hecho posible esta fiesta de la gastronomía española organizada por la Sociedad Española de la Beneficencia (SEB) en un centro comercial en Makati (norte).

El evento conocido como la Paella Gigante, que en esta edición también incluyó sangría y gintonic, se ha celebrado cada primavera desde los últimos cinco años en distintos lugares de Manila, aunque nunca antes había alcanzado tal magnitud.

"Hace cinco años empezamos con 60 kilos de arroz y dimos de comer a 600 personas; los últimos dos años subimos la cantidad a 80 kilos de arroz y finalmente este año hemos alcanzado los 100 y estamos dando de comer a mil personas", indicó Mikel Arriet, chef español asentado en Filipinas y hoy capitán del equipo de 21 cocineros.

Sin duda la paella es el plato español que más atrae a los filipinos y prueba de ello es que sigue siendo parte de la gastronomía popular de este país, que fue colonia española durante más de tres siglos hasta la debacle en la Guerra Hispanoestadounidense de 1898.

Susana, una filipina de 57 años que acudió hoy al evento invitada por sus amigas, asegura que de vez en cuando prepara este plato en su casa.

"Me encanta la paella y la hago bastante bien; al menos es lo que dice mi familia", afirma, entre risas, aunque aclara que la receta al estilo filipino es distinta a la española ya que en el país asiático se hace "con salsa de tomate natural y es bastante seca, mientras que la valenciana es más jugosa".

El afamado chef y empresario filipino Carlo Miguel, que también formó parte del equipo de cocineros, explica que "para los filipinos la paella es sinónimo de celebración colectiva. No hay fiesta sin una paella o sin lechón (cerdo asado típico)".

Miguel comenta que "ningún otro país en Asia tiene la cultura española tan arraigada como Filipinas", por lo que afirma, sin temor a equivocarse, que "probablemente esta paella sea la más grande cocinada nunca en el continente asiático".

Una porción de paella, cuyos ingredientes costean los patrocinadores del evento, cuesta 300 pesos (5,6 euros) y la Sociedad Española de la Beneficencia destina la recaudación a sus programas de asistencia a ancianos españoles y filipinos residentes en el país insular que pasan por dificultades.

"Tenemos una residencia en San Juan (al sur de Manila) para ancianos abandonados que está a cargo de unas monjas españolas. Ellas los recogen y los atienden, y en este momento estamos ayudando a unas 20 personas", explica la directora ejecutiva de la SEB en Filipinas, Laura Hidalgo San José.

La directiva asegura que el año pasado los ingresos netos del evento ascendieron a 300.000 pesos filipinos (5.600 euros) que contribuyeron de forma importante a sus programas benéficos, y espera "recolectar aún más" este año, al aumentar en 200 el número de raciones de paella.

La Paella Gigante de hoy ha sido además, según el chef Mikel Arriet, "el pistoletazo de salida del Madrid Fusion Manila", el evento más importante de gastronomía española en Filipinas, cuya tercera edición se celebrará del 6 al 8 de abril en la capital del país con la presencia de chefs españoles de talla internacional.