"La alimenta- ción no tiene que estar reñida con la buena cocina, la buena mesa como entendemos en términos generales (incluido los de echarnos un banquete para disfrutar), pero bien es verdad que hay que insistir en aquellos hábitos alimentarios positivos como fórmula fundamental para conseguir no solo vivir más, sino vivir mejor".

Así de categórico se pronuncia el nutricionista tinerfeño Alejandro Silvera, especialista y divulgador de los indicadores básicos referidos a la alimentación, una vez que hoy, día de Reyes, se da por cerrada la larga etapa de comidas indiscriminadas y (supuestamente) iniciamos los propósitos en forma de dietas.

Silvera llama la atención en que "es verdad que en la época y sociedad en la que vivimos los excesos son una característica muy extendida y cotidiana. Sin embargo, no quita para que hagamos hincapié, cada uno de nosotros, en la conveniente prevención alimentaria para mantener la salud. No quita para que nos obsequiemos de vez en cuando con una comida más "elevada de tono", aunque lo recomendable, a todas luces, es sostener un equilibrio a lo largo del tiempo".

"Por supuesto que en Navidad todo son excesos -apunta el experto- pero también seguir una serie de "diques" frente a los excesos desmedidos no deben ser cosas que podamos desdeñar. En estas fechas saltan las alarmas y los especialistas y facultativos parece que esgrimen los "topicazos" de siempre. Todos ellos son rigurosos y queda muy claro qué debemos hacer; es muy fácil hablar (marcarnos los propósitos de dietas poco convincentes) y otra bien distinta es llevar la voluntad a la práctica".

No nos queda más remedio que "volver al redil de la normalidad del que nos han sacado, con todas estas alteraciones de brindis, comilonas, reuniones de empresa? que son eminentemente sociales y en las que persiste la costumbre de comer más de lo que debiéramos. Más cantidad de alimentos con un perfil digamos que no el más adecuado e, incluso, en mayores cantidades de lo que es habitual", comenta.

"Puede sonar a tópico, digo una vez más, pero lo que tenemos que hacer es volver paulatinamente a nuestra alimentación que podríamos denominar de base; además, con una idea de sumar en lo que es una dieta sana, variada y equilibrada. Variada porque debe incluir todos los grupos de alimentos".

"Equilibrada -continúa Silvera- en cuanto a la composición de nutrientes: hidratos de carbono, proteínas, lípidos?; a veces, las dietas de moda desoyen alguno de estos elementos esenciales (generalmente los hidratos de carbono), que sí o sí deben incorporarse a través de alimentos saludables como podrían ser elaboraciones a partir de cereales integrales (pan, pasta, arroz?)".

De la misma manera -y suena a tópico-, atención a los vegetales, la verdura, hortalizas, acompañadas siempre por la variedad de fruta. "¡Tienen que jugar un papel crucial por varios motivos y por el aporte de nutrientes interesantes desde el punto de vista nutricional: vitaminas, minerales? además de que presentan un escaso valor calórico por unidad de peso. Recordemos: una ración de verdura puede aportar a nuestro estómago la sensación de saciar el apetito y, mejor aún: pueden desplazar a otros alimentos digamos que menos convenientes".

Alejandro Silvera hace lucir ejemplos incuestionables: "hasta hace relativamente poco no faltaba en los hogares canarios un potajito. Tomemos apuntes de ello y cojamos afición a una crema, un puré, una sopa fría, dependiendo de la época del año; si consumimos uno o dos platos de verduras al día será la mejor base e interesante para una dieta equilibrada".

Nos hemos dejado atrapar por la ingesta desmedida de alimentos; salimos ya de una época -de más de un mes- que nos ha creado cierta "dependencia" de trallazos alimenticios. Eso produce una cierta ansiedad y es que si nos entra la fatiga, ¿podrá más el bocata de salami que una zanahoria?

Silvera es contundente al respecto. "Existen dos factores a tener en cuenta. El primero, el gastronómico. Los chefs, gastrónomos y los profesionales que se interesan por la forma de elaborar un plato pueden hacer que esa zanahoria o ese menú -ensaladas, menestras?- puedan resultar muy apetecibles. Aquí cuenta la forma de elaboración, la elección de los ingredientes (saludables) o el aliño que convierta en un manjar algo a priori insulso".

"Resultará más completo -agrega- si añadimos esa nuestra voluntad de haber integrado la verdura, la hortaliza, la fruta a nuestra dieta habitual. Es más, serán acicates para vencer las tentaciones. No es cuestión de prohibirnos para siempre o demonizar ciertas viandas, pero tampoco creer que podemos incluirlas todos los días de nuestra vida pues, en ese caso, sí se va a convertir con toda seguridad en algo perjudicial".

Silvera estima que los hábitos positivos se integran en el organismo y cuando uno se acostumbra nuestro cuerpo disfruta de ese "mensaje" que lleva el puré, el potaje, la macedonia de fruta. Ese beneficio contrapuesto al banquetazo, rico en grasas y alcoholes. Si lo complementamos, además, con el ejercicio moderado, el cuerpo te seguirá pidiendo esto tan balsámico, ya que necesita regular el funcionamiento del intestino: buenas noticias que no tienen que ir reñidas con el sabor, que para gustos hay aderezos".

En este sentido, el experto nutricionista nos alienta con la faceta física. "El ejercicio físico, movernos, mantenernos activos, es una parte importante de esta vertiente de la salud. "Ingerimos alimentos pero hay que metabolizarlos correctamente; caminar, estar activos, algún deporte activa nuestro sistema cardiovascular, hace gastar nuestras reservas de grasa. Un beneficio también para la capacidad pulmonar, para normalizar nuestro peso y ayuda en todas nuestras facetas físicas y mentales de nuestra vida".

Esto en el día a día -sugiere Alejandro Silvera-: "no siempre coger el coche o el transporte público. Bajarnos un par de paradas antes, subir la escalera en lugar de coger el ascensor? movilizar nuestro organismo, activar nuestro metabolismo y todo ello va a colaborar a mantener una mejor salud general".