El actor británico Roger Moore ha reconocido que actuó como un cobarde cuando se separó tras 33 años de matrimonio de su esposa Luisa Mattioli, la madre de sus tres hijos, para vivir con su actual compañera sentimental, a la que llama cariñosamente "Lady Kristina".

"Tengo aspecto de gentleman, pero soy lo contrario. Sobre todo soy un cobarde. No quiero confrontaciones ni polémicas", declaró Moore en una larga entrevista que publicó el dominical alemán Bild am Sonntag a la hora de explicar por qué abandonó a su mujer sin decir una palabra.

"Soy realmente un bastardo sin miramientos", afirmó el más irónico de los James Bond a la hora de comentar sus pasadas relaciones sentimentales.

Pese a todo, negó rotundamente haberse enamorado alguna vez de una de las muchas chicas Bond con las que compartió reparto en sus películas como agente 007 o que hubiese ocurrido lo contrario, ya que "todas ellas tenían amigos que eran mucho mas ricos" que él.

En cuanto a los ingenios de los que hizo uso 007 en sus filmes, le hubiese gustado poder disfrutar en la vida privada "del reloj de pulsera imantado que abre cremalleras y del automóvil que funciona bajo el agua".

Preguntado por su lado más masculino, Roger Moore comentó, no sin sorna, que "siempre" cierra "la tapa del WC", pero subrayó que "encuentra especialmente masculino cocinar. Sobre todo platos de pescado y todo lo que se pueda preparar en un wok. Kristina friega".

De 81 años, el actor aseguró sentirse físicamente "gordo como un cerdo" y reveló que "hasta hace tres años me entrenaba a diario. Luego tuve problemas de espalda y me vi obligado a dejarlo. También tuve que abandonar el tenis y el esquí. Lamentablemente. Ahora salgo a diario con Kristina a dar largos paseos".