La actriz de origen canadiense Pamela Anderson se abrió paso ayer a manotazos contra fotógrafos y cámaras que la asediaban a su llegada a Santiago de Chile, adonde viajó para participar en un programa de televisión. La rubia protagonista de "Los vigilantes de la playa" se enojó por la gran cantidad de cámaras que la enfocaban a la salida del aeropuerto de Santiago, al parecer porque tras un largo vuelo desde Los Ángeles no se sentía preparada para posar. La ex "conejita" de Playboy apareció con el peinado estropeado, medio rostro tapado por enormes gafas oscuras y sin maquillaje.