El labio del presidente de EEUU, Barack Obama, que resultó dañado por un codazo cuando el mandatario jugaba al baloncesto el domingo pasado, ya está recuperado y sin los doce puntos de sutura que le aplicaron.

"Está bastante bien", dijo Obama sin más al ser preguntado por cómo se encontraba la herida que, según la prensa estadounidense, ya está curada por completo.

El golpe se produjo cuando el presidente jugaba un partido informal de baloncesto, cinco contra cinco, con un grupo de asesores y familiares.

Entre ellos se encontraba el hispano Rey Decerega, presidente de programas del Instituto del Caucus Hispano del Congreso, y el "culpable" de la herida, que dijo más tarde que había aprendido una lección importante ese día.

"Hoy he aprendido que el presidente es un duro competidor y un buen deportista. Disfruté jugando baloncesto con él esta mañana. Estoy seguro que estará de vuelta a la cancha pronto", señaló en un comunicado.

Según explicó la Casa Blanca, el presidente recibió anestesia local para tratar la herida y el equipo médico utilizó un hilo más pequeño de lo habitual para que dejara menos cicatriz.