La estética militar de Moschino se apoderó de las pasarelas lombardas en el desfile inaugural de la tercera jornada dedicada a la moda femenina en Milán, que descubrió a una mujer poderosa, masculina y sensual a partes iguales.

Las modelos de la firma italiana, con el pelo recogido, el semblante serio y unas grandes gafas de sol negras, lucieron chaquetas de corte americano abotonadas y pantalones anchos para disimular cualquier atisbo de curva femenina.

Con el mismo objetivo, la creadora Rossella Jardini les colocó un sombrero de capitán de barco que esconde completamente la melena y que sólo deja al descubierto unos grandes pendientes de oro amarillo en forma de aro.

Para las menos enérgicas y más tradicionales, Moschino propone vestidos con grandes volantes alrededor del cuello y la cintura, aunque la prenda más original de todo el desfile fue, sin duda, un esmoquin degradado en tonos blancos, combinado con unos zapatos de gran tacón para estilizar la figura.

En esta jornada la firma italiana Versace presentará una colección con influencias barrocas y rockeras, pero adaptada al perfil luchador de la mujer de hoy.

Y es que la nueva apuesta de la diseñadora italiana Donatella Versace no sólo está inspirada en las estrellas del cine y de la música, sino también en "todas las mujeres" que el pasado 13 de febrero salieron a las calles de las principales ciudades italianas para protestar por la imagen que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, está dando del colectivo femenino fuera de Italia.

"Después de todo lo que ha sucedido en Italia y las grandes manifestaciones de mujeres, debo decir que yo trabajo para todas ellas: mujeres determinadas que tienen ganas de luchar y de dar la cara", declaró Donatella Versace a los medios en la Semana de la Moda femenina en Milán.

Una propuesta innovadora, marcada por líneas sencillas, el contraste de colores y la abolición de estampados, que son sustituidos fundamentalmente por incrustaciones florales.