El británico Orlando Bloom, ídolo de adolescentes gracias a sus apariciones en "El señor de los anillos" y "Piratas del Caribe", se siente más atractivo que nunca desde que ha sentado la cabeza con la modelo Miranda Kerr y su hijo recién nacido Flynn: "Ser padre te hace más sexy", asegura el actor.

"Al tener un hijo la seducción no desaparece. Tener un hijo me ha centrado en la dirección correcta, porque las cosas pequeñas han perdido importancia. Es el papel más desafiante que he hecho hasta la fecha y me siento bendecido", explica este actor que, aunque no quería hablar de su vida personal, no ha podido evitar transmitir su entusiasmo de padre primerizo.

A sus 34 años, Bloom dilata todavía su calidad de ídolo juvenil y prepara ya dos papeles para arrasar: el de duque de Buckingham en la nueva versión de "Los tres mosqueteros" -"un personaje distinto, que no llega a ser villano pero sí es como un niño grande", dice- y su vuelta al mundo élfico en "El Hobbit", película de la que no dice ni palabra. "No me dejan", se justifica.

Bloom reconoce que quiso ser actor para vivir distintas vidas y adoptar diferentes imágenes: saltó a la fama con el rubio platino de Légolas de "El señor de los anillos", luego se afilió al look "dirty-chic" del barco pirata de Jack Sparrow y ahora se prepara para la Francia absolutista de "Los tres mosqueteros".

Después de conocer España en profundidad al rodar "El reino de los cielos" en Sevilla y Loarre (Huesca) en 2004, hoy ha pasado por Madrid para descubrir lo que no se puede adivinar a través de la pantalla: su olor. Y así, vincula su estilo libre, abierto y desenfadado a la fragancia Boss Orange de Hugo Boss.

Para este trabajo como modelo, Bloom se ha rodeado de los mejores y ha rodado el anuncio con el director más puntero del mundo del videoclip, el sueco Jonas Akerlund -autor del popular "Telephone" de Lady Gaga y Beyonce- y el fotógrafo Steven Klein. "Ha sido una experiencia muy espontánea", asegura el intérprete.

Pero se encarga de dejar las cosas claras: "Me interesaba más la idea de espíritu libre que transmite este perfume que el perfume en sí. De hecho, yo no era el tipo de personas que se pone colonia".

¿Cómo compatibilizar ese espíritu libre y esa mentalidad abierta con los corsés conservadores de Hollywood y el ritmo de superestrella? El actor sentencia: "No me considero parte de Hollywood. Me gusta trabajar en películas y he tenido experiencias fantásticas allí, pero eso es todo", reconoce.

Ahora que se ha bajado del barco de Johnny Depp para la cuarta entrega de "Piratas del Caribe" -"tomé la decisión antes de saber que Penélope entraría en el proyecto", asegura- se enrola, en cambio, en tripulaciones más independientes, como el debut en la dirección de Mark Ruffalo "Sympathy for Delicious".

"Me encanta el cine independiente, son las películas que me gusta ver cuando voy al cine. Y el proceso de trabajar en ellas tiene mucha más libertad y menos presión", reflexiona.

Las formas de Bloom, efectivamente, no son de gran estrella: comienza la entrevista incluso ante de la hora y rara vez asume el protagonismo en solitario en una película.

"Mi ego está bien. Me gusta trabajar con otros actores y me siento muy afortunado de haber compartido cartel con Johnny Depp o Viggo Mortensen, que además fue para mí una referencia ética", asegura.