El pasado viernes, los príncipes herederos a la corona sueca bautizaron a su hija, la princesa Estelle. Victoria y Daniel de Suecia se mostraron muy emocionados durante toda la ceremonia y contaron con la compañía de numerosos miembros de las diferentes casas reales europeas.

Según informa la revista ¡Hola!, hacia las once de la mañana pudimos ver entrando en la Iglesia del Palacio Real de Estocolmo a los primeros invitados. Una hora más tarde, se producía la llegada de los monarcas, Carlos Gustavo y Silvia, y pocos instantes después hacía su entrada triunfal la verdadera protagonista del día; la princesa Estelle.

La pequeña iba acompañada de sus padres, Victoria y Daniel de Suecia, y seguida por los cinco padrinos elegidos para la ocasión: el príncipe Haakon, el príncipe Guillermo, la princesa Mary, el príncipe Carlos Felipe y Anna Westling Söderström (hermana de Daniel).

La ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Uppsala, Anders Wejyrd, quien fue el encargado de vertir las aguas bautismales sobre la cabeza de la pequeña princesa que aguantó como una campeona sin derramar ni una sola lágrima.

Para hacer todavía más emocionante este momento, el coro de la iglesia y todos los invitados entonaron el salmo 248 Tryggare kan ingen vara (Nadie puede estar más a salvo), una de las piezas más conocidas en Suecia.

Otro de los momentos destacados de la ceremonia se produjo cuando la madre de la princesa Estelle, la heredera al trono Victoria de Suecia, subió a leer al altar y dio las gracias a Dios por su hija agradeciendo también "todos los buenos deseos".

Otros protagonistas fueron el príncipe Haakon, quien también leyó, y el príncipe Carlos Felipe de Suecia, quien vertió el agua bendita sobre la pila bautismal en la que han sido bautizados todos los miembros de la Casa Real sueca. Además, el rey Carlos Gustavo impuso a su nieta la Real Orden de Serafine, la más importante de Suecia.

Una vez concluida la ceremonia religiosa, los invitados fueron abandonando la iglesia para dirigirse a la planta Bernadotte de palacio, donde los Reyes ofrecieron una recepción antes del almuerzo.

LA REALEZA EUROPEA TOMA SUECIA

A diferencia de otras monarquías, en las que los bautizos de los miembros de la realeza tienen carácter privado, en Suecia se considera una ceremonia de Estado por lo que no es de extrañar que pudiéramos ver reunidos a los principales representantes de las Casas Reales europeas.

Felipe y Matilde de Bélgica; la reina Margarita con su marido, el príncipe Henrik y Federico y Mary de Dinamarca, casi recién llegados del otro bautizo real de Athena Marguerite Françoise Marie, la nueva princesa de Dinamarca; los recién comprometidos Guillermo de Luxemburgo y Stéphanie de Lannoy, quien asistía a su presentación oficial ante los miembros de las demás Familias Reales presentes en el bautizo; y Guillermo y Máxima de Holanda fueron algunos de los asistentes.

En total, unos 400 invitados pudieron disfrutar del bautizo de Estelle; la primera hija de los Príncipes Herederos y segunda en la línea de sucesión al trono.