Michelle Obama dice que es difícil enojarse con su esposo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, según una entrevista publicada hoy por la revista Parade.

En los tres años y medio desde que la pareja llegó a la Casa Blanca, añadió Obama, "ha sido realmente difícil enfurecerse con él porque trabaja tan duro y hace un enorme sacrificio personal, y aun así se las arregla para ser el padre y el esposo que era antes".

"Por eso se me hace más difícil andar discutiendo por pequeñas tonterías, como que deje los zapatos en su lugar o no", comentó.

"Ahora tenemos empleados (en la Casa Blanca) que los recogen", continuó Michelle. "(De otra manera) ahí quedarían".

La primera dama admitió que hay cosas que todavía le molestan, como tener que esperar a su esposo.

"Son cosas pequeñas como que hoy tengo que esperarlo treinta minutos, porque siempre estoy esperándolo", explicó Michelle Obama delante del mandatario estadounidense, que confirmó que su esposa es más puntual que él.

El presidente señaló que la etapa más difícil de su matrimonio fue cuando ambos trabajaban y las hijas eran más jóvenes.

"Cuando se trata de criar a los hijos y equilibrar el empleo, pienso que la carga cae un poco más sobre las mujeres", comentó Barack Obama.