El Tribunal de Nanterre, en las afueras de París, celebra hoy una audiencia por el procedimiento de urgencia sobre la demanda de la familia real británica para prohibir toda difusión de las fotografías en "topless" de la duquesa de Cambridge, Catalina, publicadas por la revista francesa "Closer".

Se trata de solicitar que "Closer" no pueda seguir vendiendo ni volver a publicar esas imágenes, así como impedirle cederlas para que aparezcan en otros medios o en internet, según este procedimiento planteado por los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, como una primera etapa judicial.

Los abogados de los duques tienen intención de formalizar también una denuncia por lo penal por violación de la vida privada con esas fotografías de Catalina tomando el sol con los pechos al aire junto a su marido en una propiedad del sur de Francia a comienzos de mes.

En el caso de que en el proceso penal los jueces consideraran que se produjo una intromisión injustificada en la vida privada de los Guillermo y Catalina, se establecería una indemnización por daños y perjuicios.

El derecho francés es uno de los más protectores de la intimidad en Europa, con frecuentes penas pero no muy gravosas para los medios de comunicación infractores.

"Closer" defendió la publicación el viernes de las imágenes, entre otros con el argumento de que tiene nada de chocante mostrar a una joven tomando el sol en "topless" "como pueden verse millones en las playas", según la directora, Laurence Pieau, que precisó que había otros clichés más fuertes que no quisieron incluir en la revista.

Pieau dijo que "Closer" -una revista del corazón- está dispuesta a defenderse por unas instantáneas que captaron escenas que tuvieron lugar en una terraza de una villa que el vizconde Linley, sobrino de la reina de Inglaterra, tiene en el sur de Francia.

Según la versión de la directora, esa terraza es visible desde una carretera próxima, y por tanto, "todo el mundo" pudo haber visto a Guillermo y Catalina.