Óscar de la Renta mostró hoy el resultado de su colaboración con John Galliano, en el primero trabajo que este último realiza desde su comentado despido por la casa francesa de modas Christian Dior.

De la Renta presentó en su taller de Manhattan, en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York, una colección de otoño-invierno con 49 conjuntos muy variados pero orientados al clasicismo y la elegancia tradicionales de la firma.

Galliano no estuvo en el desfile, aunque sí acudieron algunos diseñadores amigos de ambos, como Diane von Fürstenberg.

En cuanto a la colección en sí, los primeros conjuntos mostraron algunas señas de identidad del modisto británico en París, como los sombreros de campana en lana o los cinturones de cuero que ceñían chaquetas y abrigos, aunque atados y no abrochados.

Conjunto urbanos de faldas lapicero y chaquetas y colores lisos (negro, berenjena, azul cobalto) aparecieron junto a vestidos mucho más fantasiosos, de formas trapezoidales, brocados o estampados de inspiración oriental, sin que faltaran encajes y transparencias.

El cierre incluyó algunos vestidos de noche que han hecho famosa a la casa, con colores vivos y tejidos brillantes, con escotes en pico o palabra de honor.

En cuanto a tejidos, destacaban franela, tweed, crepe y lana, con seda y terciopelo para los vestidos de noche.

La expectación de hoy era enorme para ver el producto de la colaboración del diseñador dominicano con el británico Galliano tras el despido de éste en 2011 por parte de Dior por proferir insultos antisemitas a tres personas y manifestar su admiración por Hitler.

Desde entonces, Galliano ha estado tratando su alcoholismo mientras que algunos amigos del mundo de la moda han intentado ayudarle.

De la Renta ha mantenido una gran discreción en todo este tiempo, y prácticamente sus únicos comentarios han sido los publicados esta semana por la revista "New York", en la que señalaba que él y Galliano estaban "aprendiendo uno del otro".

Además, el modisto dominicano recalca que "la única similitud entre John y yo es que ambos amamos lo que hacemos", y reconoce que le gustaría que Galliano se quedara trabajando en Nueva York, si bien ignora si el británico querría hacerlo.