En un palacio sevillano del siglo XIX vestido con ropas árabes y alumbrados solo por una luz que rompe las celosías, Juan Diego Botto y Paz Vega protagonizan "La ignorancia de la sangre", una cinta de influencia clásica en la que, según ha contado la actriz, "los silencios dicen más que las palabras". Mafia rusa y terrorismo islámico envuelven una dramática historia de amor dirigida por Manuel Gómez Pereira, que ha explicado en el set de rodaje de la capital andaluza los detalles de esta peculiar cinta, una historia que "mezcla la realidad social con los aspectos más clásicos del género negro".

En penumbra y buscando un ambiente de cine clásico, el cineasta traslada al espectador a un complejo espacio de violencia capaz de oscurecer los sentimientos más sinceros del ser humano y que pondrá a prueba la integridad profesional del inspector de homicidios de Sevilla Javier Falcón (Juan Diego Botto). "Falcón es a priori un tipo muy respetuoso por la ley. En un momento dado tendrá que elegir si apoya a la ley o prima el amor hacia la mujer", destacó Botto.

La entrega ciega a sus valores le hará perder a dos de las personas que más quiere: su compañero de trabajo Yacub (Alberto San Juan), que vive infiltrado en un comando terrorista, y al hijo de la mujer de la que vive enamorado, Consuelo (Paz Vega).

De este modo, a la trama policial, el fanatismo islámico y la mafia rusa se suma una complicada relación de amor en la que la desesperación de la protagonista femenina la hará jugar de un modo "inconsciente y peligroso, como femme fatale", explicó Vega. El secuestro del hijo de la mujer que ama hará de Falcón un "antihéroe" capaz de cuestionar sus propios principios por amor y junto a Consuelo emprenderá un viaje al margen de la ley en busca del niño. "Si a mí me pasara algo así, ¿qué no haría yo por encontrar a mi hijo?", confesó la actriz, que ha compartido el dolor de este personaje por su faceta como madre.