Las mujeres tienen a su alcance, y usan, un abanico de unas 20.000 "unidades" de comunicación entre palabras (6.000 a 8.000), sonidos vocales (2.000 a 3.000) y unas 10.000 señales de lenguaje no verbal, según el libro "¿Somos compatibles?", de Allan Pease y Barbara Pease.

Los hombres se quedan a menos de la mitad con 7.000 "unidades" de comunicación que se dividen en palabras diarias (los hombres usan entre 2.000 y 4.000), un máximo de 2.000 sonidos vocales y de 2.000 a 3.000 señales de lenguaje no verbal.

El habla opera principalmente en el lóbulo cerebral izquierdo del hombre y no tiene una localización específica. Cuando habla, las imágenes que se obtienen mediante resonancia magnética muestran que la totalidad de su hemisferio izquierdo entra en actividad y trata de localizar el centro del habla.

En el caso de las mujeres, el habla se focaliza en una área específica, principalmente en el hemisferio frontal izquierdo, con otras áreas concretas de menor tamaño situadas en el hemisferio derecho. Gracias a esas áreas concretas y de mayor tamaño dedicadas al control del habla, el resto del cerebro de la mujer queda disponible para dedicarse a otras tareas, permitiéndole realizar muchas cosas distintas a la vez.

Los hombres y las mujeres mienten prácticamente igual, pero se diferencian en el contenido de sus mentiras. Las mujeres tienden a mentir para que los demás se sientan mejor, y los hombres mienten en beneficio propio. Las mujeres mienten para salvar la relación mientras que los hombres lo hacen para evitar una discusión y les encanta mentir sobre sus aventuras de juventud. Además, gracias al extremado conocimiento que tienen las mujeres del lenguaje corporal y de las señales que emite la voz les resulta más fácil detectar una mentira en los hombres. Por lo tanto, no se trata de que los hombres mientan más que las mujeres, el problema es que les "pillan" más veces.

La habilidad espacial significa ser capaz de imaginarse mentalmente la forma de las cosas, sus dimensiones, coordenadas, proporciones, movimiento y geografía. Los escáneres cerebrales demuestran que esa habilidad se encuentra localizada en el cerebro frontal derecho en hombres y niños, y que es una de las habilidades más potentes de los hombres.

La habilidad espacial se localiza en las mujeres en ambos hemisferios cerebrales, pero no tiene una localización concreta y mesurable como en el caso de los hombres.

En términos evolucionistas básicos, el matrimonio no tiene ninguna ventaja para el hombre. Es como un gallo cuya necesidad consiste en esparcir su semilla genética lo más ampliamente posible y lo más a menudo que pueda. Cuando los hombres caminan por la iglesia, muchos de ellos lo ven como un suministro eterno de sexo a petición del consumidor, pero esta perspectiva no es la misma que tienen las mujeres.

Para la mujer, el matrimonio es una declaración al mundo de que un hombre la considera "especial" y que pretende mantener con ella una relación monogámica. La fidelidad tiene una elevada prioridad en las listas de las mujeres, y la mayoría daría por terminada una relación si el hombre es infiel.