Su alteza el príncipe Felipe muestra con soltura y simpatía sus dotes para los deportes. Por todos es sabido lo mucho que le apasiona el mundo del deporte, de hecho en más de una ocasión se le ha visto participar en la Copa del Rey de Vela.

No hay que olvidar que hace años ejerció de abanderado de España en la gala inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. También lo hemos visto en más de una ocasión disfrutando del esquí, deporte alpino al que es un gran aficionado. Tanto es así que ha llegado a hacer alguna que otra escapada sin su mujer, ya que Letizia no es muy aficionada a deslizarse por las pistas.

Felipe aprovechó su estancia en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para dejar claro que es un gran deportista.

Acompañado por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, Felipe recorrió diversos "stands" de la feria y mostró un gran interés por todas las novedades. En el espacio Ciudad Conectada el príncipe pudo comprobar "in situ" los avances y las nuevas aplicaciones de tecnología móvil para desarrollar las llamadas "ciudades inteligentes".

Antes de abandonar el recinto, no dudó en demostrar que está en forma y sabe tirar a canasta. Durante el recorrido, se detuvo en uno de los stands, en el que había unos jugadores de baloncesto y una canasta. Con mucha naturalidad y simpatía, les pidió el balón y se atrevió a hacer un lanzamiento.

No estuvo acertado. Insistió, y quiso volver a intentarlo. Tampoco tuvo suerte y no encestó, pero se aproximó y a punto estuvo de acertar una canasta. Los allí presentes aplaudieron la actuación del heredero, pero sobre todo su naturalidad, simpatía y cercanía.