Eileen Ford, la mujer que lanzó a la fama a supermodelos como Naomi Campbell o Elle Macpherson a través de su agencia Ford Models, falleció el miércoles a los 92 años aquejada de un tumor cerebral, informó su hija Katie este jueves.

La ejecutiva que impuso estándares de belleza durante más de cuatro décadas murió en un hospital de la ciudad de Morristown, en el estado de Nueva Jersey (este de EEUU).

Eileen Ford creó su imperio de belleza en 1947 con su marido Jerry Ford, responsable de la parte de negocios de una empresa con ingresos superiores a los 40 millones de dólares en los años 90.

Famosa por su carácter maternal y estricto, Eileen Ford ponía a dieta estricta a sus modelos y despedía con frecuencia a las amantes de los excesos nocturnos al insistir en que debían de seguir un código de conducta y decoro, lo que ayudó a mejorar la mala reputación de la industria.

"Las modelos son negocios y tienen que tratarse a sí mismas como tales", afirmó en 1988 en una entrevista con el diario Toronto Star, en la que dijo que el precio del triunfo consistía en renunciar a muchos de los placeres de la juventud.

La modelo típica de la agencia Ford solía ser delgada, alta, generalmente rubia, de ojos grandes y cuello largo.

Su hija Katie aseguró en un comunicado divulgado este jueves que lo que más le entusiasmaba a su madre era descubrir a una modelo en la calle o en alguna situación de la vida cotidiana.

Fue así como encontró a la supermodelo Vendela Kirsebom, a la que descubrió en un restaurante en Suecia, y a Karen Graham, a quien fichó en unos grandes almacenes y quien se convertiría en el rostro de la firma de cosméticos Estée Lauder.

Con una habilidad natural para olfatear talento, Ford dijo saber, en una entrevista con la revista Time en 1970, cuando una joven se iba a convertir en estrella: "Veo a chicas que sé, lo sé con absoluta certeza, que se convertirán en modelos estrella en solo cuestión de semanas y siempre es así", aseguró entonces.

Entre las miles de modelos que pasaron por su agencia figuran estrellas de Hollywood como Kim Bassinger, Brooke Shields, Jane Fonda o Candice Bergen.

El diario The New York Times recuerda que la mujer a la que algunos bautizaron como "la madre" de la industria de supermodelos acogió en su casa de Manhattan a muchas de las jóvenes que empezaban sus carreras, a las que se llevaba a su residencia de verano los fines de semana, donde la ayudaban a arreglar el jardín.

"Cenan conmigo cada noche. No quiero nunca tener que decirle a una madre que no sé dónde está su hija a las dos de la madrugada", dijo en una entrevista con la revista Forbes en 1984.

Los críticos le repudiaban su carácter brusco que la llevaba a rechazar sin miramientos a algunas de las aspirantes a modelo que llamaban a su puerta.

El Times menciona el caso de Birgitta af Klercher a quien Ford le dijo que estaba gorda y tenía los dientes torcidos.

Eileen Ford nunca pidió perdón por ser como era y sostenía que la aspirante a modelo media tenía un sobrepeso de siete kilos.

Nacida un 25 de marzo de 1922 en Manhattan, fue la única niña de cuatro hermanos. Sus padres, Nathaniel y Loretta Marie Otte tenían una agencia de calificación de riesgo.

Su madre hizo sus pinitos de modelo, al igual que Eileen, quien trabajó como modelo para ayudar a financiar sus estudios de psicología, que acabó en 1943.

El matrimonio Ford vendió la agencia a un banco de inversión en el año 2007.

Jerry Ford falleció en el 2008, a los 83 años. A Eileen Ford le sobreviven Katie y otros tres hijos, además de un hermano, William Otte, ocho nietos y cinco bisnietos.