Al menos 23 personas murieron y otras 42 resultaron heridas en un atentado suicida ayer contra una reunión de jefes de tribus suníes al sur de Bagdad, un día después de la entrada en vigor del acuerdo que ha dado a los iraquíes el control de las operaciones de seguridad.

El suicida hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba en medio de un almuerzo de jefes de tribus en Yusufiya, una pequeña ciudad a 25 kilómetros al sur de Bagdad, informó el general Qasem Ata, portavoz de las operaciones de seguridad en la provincia de Bagdad. "Veintitrés personas murieron y al menos 42 resultaron heridas", añadió el general Ata.

"El kamikaze pertenecía a la misma tribu (que el jeque que había convocado el almuerzo) y era un allegado del jefe de la tribu", subrayó el portavoz militar.

Una fuente del ministerio iraquí del Interior cifró los muertos en 30 y los heridos en 110. Por su parte, el ejército estadounidense señaló la existencia de 21 muertos y 33 heridos, según "un informe inicial no confirmado" pero elaborado a partir de "fuentes iraquíes". Todos los muertos formaban parte de la misma tribu suní, según Ata.

El atentado ocurrió hacia las 14:00 horas, al día siguiente de que los estadounidenses traspasaran a los iraquíes el control de la "zona verde", el sector ultraprotegido del centro de Bagdad donde están el gobierno iraquí, la delegación de la ONU en Irak y las embajadas occidentales.

Informaciones precedentes hablaban de un consejo de "sahwa", es decir, de ex insurgentes mayoritariamente suníes que actualmente luchan contra la red Al Qaeda en Irak.

Yusifiya está situada en una región mayoritariamente suní, al sur de Bagdad, conocida con el triste nombre de "triángulo de la muerte" debido a la violencia que azotó esa zona en los últimos años.