La situación recuerda cada vez más a la crisis de hace tres años, cuando, tras ver suspendidos los suministros de gas procedente de Rusia, Ucrania empezó a apoderarse del que fluye a través de su territorio con destino a la UE. El portavoz del gigante energético ruso Gazprom, Serguei Kuprianov, acusó a las autoridades ucranianas de "robar" otra vez la preciada materia prima.

Pese a ello, el corte de los abastecimientos, el pasado jueves, por parte de Gazprom no ha tenido aún ningún impacto serio en el suministro a Europa. Así lo confirmó Bruselas. Y eso que la compañía de gas ucraniana Naftogaz ha reducido en 21 millones de metros cúbicos diarios el flujo de tránsito, volumen que ha quedado compensado con un aumento similar por parte de Rusia.

"Ucrania reconoce abiertamente que está robando el gas asignado a la UE", se quejó Kuprianov.