El Gobierno colombiano recomendó ayer la evacuación preventiva de los varios miles de personas que viven en la zona de alto riesgo del volcán suroccidental del Galeras, que el pasado sábado registró una erupción explosiva sin consecuencias.

De 7.000 a 8.000 habitantes están censados en el área de mayor riesgo, conformada por algunos asentamientos rurales de Pasto, la capital de Nariño, un departamento fronterizo con Ecuador, y las localidades vecinas de Florida y Nariño.

A pesar de ello, el llamamiento fue desoído por las comunidades en riesgo, según los comités locales de prevención y atención de emergencias, que son los responsables de ordenar las evacuaciones hacia refugios preestablecidos.

La recomendación de ir a albergues se "aplica solamente a las personas que habitan en la zona de amenaza alta", dijo el director del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Pasto, Diego Gómez, al advertir de que así lo establecen los protocolos establecidos para estas emergencias.

La evacuación preventiva fue recomendada por la Dirección de Prevención y Atención de Desastres (DPAD), dependencia del Ministerio del Interior y de Justicia, tras la actividad eruptiva aislada del sábado por la noche.

Gómez dijo que los protocolos establecen alertas de evacuación desde el nivel dos de actividad de un volcán, que se mide en una escala de uno a cuatro.

"En general, la situación no ha cambiado", afirmó el científico, quien observó que la alerta se mantiene en el nivel máximo, el rojo, a pesar del descenso en los sismos, que son de una amplitud y un nivel energético bajos.

La presencia de cenizas y el olor a azufre también se disiparon ayer, particularmente en Pasto, ciudad con unos 400.000 habitantes y en cuya periferia se sintió la onda explosiva de la erupción de anoche, que tuvo una sonoridad más baja que la de fenómenos pasados.

El director del Observatorio de Pasto, de la red dependiente del Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas, estatal), precisó que "la caída de cenizas sigue en una franja de los costados oriental y suroriental del Galeras".

En Pasto "se siente un poco el olor a azufre, que se desprende de partículas que quedaron suspendidas y que se precipitan con las lluvias".

La erupción se registró a las 19:10 locales (00:10 GMT de ayer domingo) y tuvo asociada "una señal sísmica" que duró unos cuarenta minutos, con características similares a la del fenómeno eruptivo que este volcán tuvo a mediados de enero del año pasado.

La lluvia y la nubosidad que imperan en la zona desde el sábado han impedido a los científicos realizar observaciones y sobrevolar la zona para tomar datos de la erupción.

Las condiciones meteorológicas han sido tan adversas que ni el Centro de Advertencia de Ceniza de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos pudo detectar por satélite la columna de emisión, según un informe del Ingeominas.

Por ello no fue posible calcular la altura de la columna, explicó el centro científico colombiano, que también notificó que la alerta roja sobre el Galeras continúa invariable.

"Debido a la presencia del material magmático en superficie y teniendo en cuenta la actividad actual, no se descarta que se puedan presentar nuevos episodios eruptivos", explicó el Ingeominas.