La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, afirmó ayer que Estados Unidos hará todo lo que esté en su mano para conseguir que Irak se convierta en un país "estable, soberano e independiente".

Clinton llegó ayer a Bagdad en una visita sorpresa de varias horas, la primera desde que asumió su cargo, el 22 de enero pasado, con el fin de reunirse con las máximas autoridades iraquíes y analizar sobre el terreno la situación en el país.

Su llegada se produce en medio de una oleada de violencia, la peor en muchos meses, que en los últimos dos días se cobró la vida de unas 150 personas por atentados dirigidos fundamentalmente contra peregrinos chiíes.

"Estamos comprometidos para que Irak sea estable, soberano, independiente y completamente integrado en la región", afirmó Clinton en una rueda de prensa que ofreció en la sede del Ministerio iraquí de Asuntos Exteriores.

La secretaria de Estado recalcó que con la nueva administración a la Casa Blanca se abre una "nueva fase" en la relación entre los dos países y subrayó que "mantenemos el compromiso total de trabajar con el Gobierno y el pueblo de Irak".

Asimismo, confirmó que las tropas estadounidenses se retirarán de Irak en 2011 y dijo que hasta entonces se llevará a cabo una "ordenada transición de responsabilidades" entre el Ejército de EEUU y el de Irak, para que este último "asuma el liderazgo y se encargue de la seguridad del país".

Sin embargo, hizo votos para trabajar más allá de ese plazo y que a partir de 2012 ambos países profundicen sus vínculos en áreas políticas y sociales.

"Mientras nos retiramos, profundizaremos nuestra cooperación civil, de acuerdo con el marco estratégico aprobado el año pasado, en temas políticos, diplomáticos y de seguridad", añadió.

Clinton, que compartió tribuna con su colega iraquí, Hoshiyar Zibari, se refirió también a la ola de atentados de los últimos días, sobre los que argumentó que tratan de "perturbar los progresos" de los últimos meses. No obstante, precisó que "esta violencia sólo ha reforzado la determinación de los iraquíes para buscar un futuro mejor, y su respuesta y la de sus líderes ha sido unida y firme".

Entre tanto, las autoridades de Irak han recurrido al análisis de ADN para confirmar la identidad de la detenida el pasado jueves y que puede ser el máximo líder de Al Qaeda en Irak, Abu Omar al Bagdadi.