Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron ayer "en los términos más enérgicos" los atentados terroristas perpetrados en Bagdad y Diyala los días 23 y 24 de abril, que causaron "numerosos muertos y heridos". En una declaración escrita, los quince miembros del máximo órgano de Naciones Unidas expresaron sus condolencias a las familias de las víctimas y reafirmaron su apoyo al pueblo y al Gobierno del Irak, así como su compromiso con su seguridad. Además, destacaron la necesidad de que quienes perpetraron, organizaron, financiaron y promovieron estos "censurables actos de terrorismo", sean llevados ante la Justicia. En esta línea, instaron a "todos los Estados a que, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, cooperen activamente con autoridades iraquíes en ese sentido". Para los miembros del Consejo de Seguridad también es necesario "combatir por todos los medios, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas".