Islandia se prepara para vivir un vuelco electoral que giraría al país hacia la izquierda y lo acercaría a la Unión Europea (UE), si se confirman los pronósticos de las encuestas en las elecciones legislativas anticipadas de ayer, que apuntaban a un amplio triunfo de la coalición de Gobierno entre socialdemócratas y verdes.

Los resultados no se conocerán hasta después de las 22:00 GMT, hora de cierre de los colegios electorales, en una jornada en la que se preveía una participación varios puntos por encima de la de los anteriores comicios de 2007, en los que votaron el 83,6 por ciento de los electores de este país, de apenas 320.000 habitantes.

A las 1:.00 GMT habían votado el 73 por ciento de los electores islandeses, un 3 por ciento más que hace dos años.

Los últimos sondeos otorgaban cerca del 57 por ciento de votos a la izquierda, con la Alianza Socialdemócrata de la primera ministra, Jóhanna Sigurdardóttir, como ganadora, y el conservador Partido de la Independencia, fuerza tradicionalmente hegemónica, en tercer lugar, con un tercio menos de sus votos y señalado como responsable principal de la grave crisis económica del país.

Tan clara parecía la victoria de la izquierda que Jóhanna Sigurdardóttir la calificó ayer de "histórica" en una rueda de prensa en la que ejerció de hecho como próxima primera ministra, exponiendo los planes de un hipotético Gobierno de coalición y defendiendo el ingreso en la UE como "única salida" para el futuro del país.

La líder socialdemócrata reiteró que si gana, solicitará "lo más pronto posible" el ingreso en la UE, para enviar un signo positivo a la comunidad internacional que dé credibilidad a la economía islandesa, y pronosticó que su país podría celebrar un referendo "en un año o un año y medio" y adoptar el euro en un plazo de cuatro.

Pese a que el Movimiento de Izquierda Verde, con el que ha gobernado en minoría desde febrero, se opone a la entrada en la UE, aunque acepta que haya consulta popular, Jóhanna Sigurdardóttir recordó que los dos partidos tenían voluntad de trabajar juntos y se mostró segura de que llegarían a un acuerdo sobre la cuestión.

En un discurso lleno de optimismo también dijo estar "convencida" de que los islandeses, tradicionalmente escépticos sobre la UE, cambiarían de opinión después de conocer el resultado de una hipotética negociación con Bruselas.

Reorganizar el sistema bancario e imponer una política presupuestaria austera para cumplir el programa económico acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) son otras de las prioridades señaladas por Jóhanna Sigurdardóttir, quien dijo que Islandia, primer país cuyo Gobierno cayó por los efectos de la crisis financiera actual, será también el primero en salir de ella.