El presidente de EEUU dirigirá el 4 de junio en Egipto un discurso al mundo islámico y abordará las relaciones con los creyentes de esa religión, informó ayer la Casa Blanca. El discurso pretende "demostrar cómo podemos trabajar juntos para garantizar la paz y la seguridad de nuestros hijos en este país y en el mundo musulmán", declaró en una rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Obama viajará a Egipto el 4 de junio, y un día después llegará a Dresde (Alemania), una ciudad que quedó completamente destruida en la Segunda Guerra Mundial.

El 6 de junio visitará Francia, donde en Normandía se conmemorará el 65 aniversario del desembarco en 1944 de las tropas aliadas para liberar los territorios ocupados por el Tercer Reich alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

El discurso de Obama en Egipto cumple una promesa de campaña del presidente estadounidense, que se había comprometido a dirigirse al mundo islámico desde una capital musulmana en sus primeros cien días de mandato. La selección de una capital llevó más tiempo de lo esperado, según fuentes de la Casa Blanca.

Obama ya se había dirigido al mundo islámico en un discurso durante una visita en abril a Ankara, donde en una alocución ante el Parlamento turco afirmó que EEUU "no está en guerra" con el Islam.

Sanciones a Siria

Por otra parte, la Casa Blanca prorrogó por un año las sanciones contra Siria, debido a "serias preocupaciones por su comportamiento y sus actividades en el mundo", indicó ayer el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Robert Wood.

"El presidente consideró que era necesario tomar estas medidas. Éstas no son nuevas sanciones", explicó Wood en su rueda de prensa diaria.

Esta renovación de las medidas contra Damasco, que el presidente de EEUU, Barack Obama, emite mediante orden ejecutiva en una notificación al Congreso, es un procedimiento de trámite que responde al requerimiento del Legislativo.

EEUU no oculta que persisten diferencias clave entre los dos gobiernos, entre ellas el atribuido apoyo de Siria a grupos terroristas -Hamas y Hizbula- y su papel poco constructivo en Irak.

Las sanciones fueron impuestas por primera vez en 2004 por considerar a Siria un Estado patrocinador del terrorismo. Fueron prorrogadas en 2006 y endurecidas al año siguiente. La renovación se produce en un momento en el que Estados Unidos ha iniciado un diálogo diplomático directo con Damasco.

De hecho, el secretario de Estado adjunto para Oriente Próximo, Jeffrey Feltman, y el director para Oriente Medio del Consejo de Seguridad Nacional, Dan Shapiro, se encuentran actualmente en Siria para avanzar en las conversaciones.

Dispuestos al diálogo

Estos dos enviados estadounidenses ya estuvieron en Damasco el pasado 7 de marzo. Fue el primer contacto de alto nivel entre los dos países desde la visita que hizo en enero de 2005 el entonces subsecretario de Estado, Richard L. Armitage.

Preguntado por qué mensaje cree que da la prolongación de las sanciones cuando ambos países tratan de mejorar su relaciones, Wood reiteró el deseo de Washington de dialogar con Damasco.

"Estamos dispuestos a entablar un diálogo (con Siria) para tratar no solamente nuestras preocupaciones sino también las que puedan tener ellos", señaló Wood.

Sin embargo, "no es ningún secreto que tenemos algunos problemas muy serios con el Gobierno de Siria. Y esperamos poder superar estas diferencias. Pero mucho dependerá de Siria", dijo.

"Los sirios han dicho muchas cosas positivas, pero necesitamos ver acciones (...) y de momento no hemos visto ningún paso que nos permitiría cambiar de rumbo ahora mismo", insistió el portavoz.

Los viajes de Feltman y Shapiro a Damasco representan la clara intención de Washington de restablecer sus lazos con Siria tras varios años de tensiones y acusaciones mutuas.