El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, inició ayer su carrera hacia la reelección con un duro discurso contra Occidente y un llamamiento a continuar la resistencia contra "los poderes que acosan". El mandatario destapó su cara más combativa en un multitudinario mitin celebrado en uno de los grande pabellones de Teherán, ante decenas de miles de entusiastas seguidores.

"Durante los pasados cuatro años, las potencias occidentales nos han presionado al máximo y nos han intentado doblegar con la imposición de sanciones", afirmó Ahmadineyad.

"Pero logramos enterrar esas sanciones en el cementerio de la historia. La nación iraní nunca aceptará la dominación de los poderes que acosan", dijo ante una enfervorecida multitud llegada en autobuses y compuesta en su mayoría por voluntarios islámicos "Basij".

En un alarde de triunfalismo, común en la mayoría de sus discursos, incluso llegó a argumentar que su país "está preparado para dirigir el futuro del mundo incluso en contra de los deseos de otros estados".

EEUU mantiene desde hace casi tres décadas sanciones económicas a Irán, país con el que rompió relaciones en abril de 1980 y al que acusa de ocultar, bajo la cobertura de su programa civil, un supuesto proyecto paralelo militar cuyo fin último es la adquisición de armas atómicas.

Ahmadineyad aprovechó el primer mitin de campaña para atacar a los reformistas, y en especial a su predecesor, el aperturista Mohamad Jatamí, al que acusó de doblegarse a los poderes a los que él ahora resiste.

Su política "condujo al cierre de las instalaciones nucleares", afirmó entre vítores de "Ahmadi, Ahmadi" y gritos de "muerte a Israel, muerte a Estados Unidos".

En un gesto de confianza hacia la comunidad internacional, Jatamí interrumpió el programa nuclear iraní, cuyo restablecimiento fue la primera medida que Ahmadineyad tomó tras jurar su cargo. Desde entonces, el actual presidente, apoyado por el ala más dura e inmovilista del régimen iraní, ha hecho del desarrollo nuclear la bandera de su oposición y reto al resto del mundo.

El mandatario también invocó el discurso más combativo del fundador de la República Islámica, Rujolá Jomeini, cuando pidió a la audiencia que no se aparten del camino revolucionario.