El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó ayer un campo de desplazados por la guerra en Sri Lanka después de lanzar un llamamiento a la reconciliación nacional tras la victoria alcanzada por el Ejército contra la guerrilla tamil.

Acompañado por el ministro ceilanés de Asuntos Exteriores, Rohitha Bogogallama, el secretario general de la ONU visitó durante hora y media al campo de desplazados de Manik Farm, en la provincia norteña de Vavuniya.

Ban Ki-moon viajó luego en helicóptero por las zonas del noreste más afectadas por la guerra en las últimas semanas y pudo comprobar in situ las condiciones de parte de los 300.000 civiles que, según la ONU, están alojados en los campos del Gobierno.

Aunque las autoridades han prometido devolver a los civiles a sus lugares de origen antes de fin de año, las organizaciones de ayuda denuncian que no hay libre acceso a las instalaciones, calificadas por los rebeldes tamiles como "campos de concentración".

El secretario general de la ONU, que llegó la noche del pasado viernes a la capital del país, tenía previsto pedir al presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, que inicie pasos para un proceso de diálogo, acomodación y reconciliación con la minoría tamil, después de la derrota militar de la guerrilla.

A juicio del alto representante de la ONU, parte de esa estrategia pasa por acelerar el proceso de devolución a sus casas de los desplazados.