El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, propuso ayer a su colega norteamericano, Barack Obama, entablar un debate en la ONU sobre las raíces de los problemas del mundo, aunque insistió en que su país no negociará la interrupción del programa nuclear.

En una rueda de prensa convocada, en principio, para preguntar sobre las elecciones presidenciales del 12 de junio, el mandatario insistió en que no habrá movimientos diplomáticos antes de los comicios.

Los que haya después, en lo que respecta a la polémica nuclear, "solo se tratarán en el marco de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA)", puntualizó

"Si soy reelegido, volveré a invitar a Obama a debatir en la ONU las raíces de los problemas en el mundo. Se necesitan cambios fundamentales, pero el mayor cambio debe ser en la forma en que las grandes potencias tratan de dirigir el mundo", afirmó el presidente, enfundado en un elegante traje oscuro.

Preguntado sobre qué podría ofrecer en un foro como Naciones Unidas, donde el tiempo está limitado, Ahmadineyad señaló que le diría a Obama que "debe cambiar las líneas maestras de la política exterior estadounidense".

"La política actual es errónea. Deben renunciar al expansionismo y al colonialismo. Ahora están cometiendo el mismo error en Pakistán. Deben abandonar sus torres de marfil y reconocer a los otros con respeto".

Respeto a los pueblos

EEUU e Irán rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980, una vez consolidado el triunfo de la revolución islámica que desalojó del poder al último Sha de Persia, el pro occidental Mohmad Reza Pahlevi.

Tres décadas después, Obama ha ofrecido a Irán emprender un nuevo capítulo, oferta que ha creado división y cierta inquietud en el sector más conservador del régimen.

Ahmadineyad reiteró ayer que ese cambio será bienvenido si "es real" y que el primer paso debe ser "aceptar que hay otros pueblos en el mundo que también deben ser respetados y tratados como iguales, y que tienen sus derechos".

A este respecto, el mandatario iraní advirtió que, en todo caso, el proceso de acercamiento a EEUU no comenzará antes de los comicios de junio y no incluirá el programa nuclear.

"Nuestras conversaciones se centrarán únicamente en el marco de la cooperación sobre cómo dirigir las cuestiones internacionales, nada más. Lo hemos subrayado ya varias veces", afirmó.