La ciudadana española que volaba en el avión de Air France desaparecido en el Océano Atlántico con 228 personas a bordo, la catalana Anna Negra Barrabeig, de 27 años, se dirigía a Barcelona después de haber estado en Brasil de luna de miel durante dos semanas.

Anna Negra viajaba sola en el Airbus 330-200 que hacía la línea entre Río de Janeiro y París, donde pretendía coger otro vuelo a Barcelona para pasar con su familia el resto de sus vacaciones después de su boda hace quince días.

Su marido, Javier Álvarez, de 38 años y procedente de Majadahonda (Madrid), regresó en otro vuelo a Emiratos Árabes Unidos para incorporarse al trabajo.

La joven catalana, que el próximo 18 de agosto iba a cumplir 27 años, trabajaba en una consultoría en Dubai, donde residía con su esposo desde hacía tres años, según fuentes diplomáticas.

Su tía, Isabel Negra, ha asegurado, en declaraciones a RNE, que la joven era de carácter "muy alegre" y estaba "felicísima" por su reciente boda: "Era una chica llena de vida, encantadora y feliz".

Isabel Negra ha reconocido que los padres de Anna están "muy tristes" ante la pérdida de su hija.

"Pero hemos de aceptar si nos ha tocado a nosotros. Pasa a mucha gente, hoy nos ha tocado, mala suerte", ha añadido la tía.

El otro español que iba en el avión desaparecido es el ingeniero sevillano Andrés Suárez, de 38 años, quien trabajaba en una empresa en Río de Janeiro.