La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, declaró ayer zona catastrófica todo el territorio nacional ante la llegada del tifón "Parma", cuando el país aún no se ha recuperado del paso de "Ketsana", que causó 293 muertos, 42 desaparecidos y 2,5 millones de damnificadas.

Esta medida permitirá a todas las administraciones regionales acceder a los fondos de urgencia gubernamentales, así como controlar el precio de los productos de primera necesidad, explicó el ministro filipino de Información, Cerge Remonde.

El servicio meteorológico de Filipinas indicó que "Parma", que viaja con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora y rachas de hasta 230, estaba ayer a 150 kilómetros de Catanduanes, en la costa oriental.

Las autoridades empezaron a evacuar residentes en zonas amenazadas, como en la provincia de Laguna, vecina a Manila, donde se llevaron a 100.000 personas a lugares seguros.

El ministro de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, advirtió a la población de que no acudirán en su rescate si no obedecen la orden de evacuación, que ya afecta a las provincias de Catanduanes, Camarines Norte, Quezon, Aurora y Polillo.