El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer que el ascenso de una China "fuerte y próspera" con una creciente influencia en Asia no representa una amenaza, sino una oportunidad para su país.

En un discurso ofrecido en Tokio, en el que repasó las relaciones de su país en Asia, Obama buscó tender puentes hacia ese país y acallar los recelos que suscita en EEUU el crecimiento de la potencia comunista y que existen en China hacia la posibilidad de que Washington quiera limitar su expansión.

En este sentido, Obama aseguró que quiere una "cooperación pragmática" con China y no buscará "limitar" el ascenso de ese país.

No obstante, matizó que los dos países "no vamos a estar de acuerdo cada vez". Así, a modo de ejemplo aludió la cuestión de los derechos humanos, donde aseguró que EEUU defenderá los "valores fundamentales" como el respeto a la religión y las culturas de los pueblos, porque "el apoyo a los derechos humanos y la dignidad del ser humano está en el corazón de Estados Unidos".

En su discurso del Suntory Hall de la capital, el presidente estadounidense quiso poner en relieve el papel de su país en la región, donde la influencia de Pekín es cada vez más palpable y el liderazgo de EEUU atraviesa por horas bajas. De este modo, afirmó que "las fortunas de EEUU y de Asia Pacífico se encuentran más estrechamente vinculadas que nunca. Quiero que todos sepan que tenemos un papel en el futuro de esta región, porque lo que ocurre aquí tiene un efecto directo en las vidas de nuestro país".

También, subrayó, el compromiso de EEUU con la seguridad en Asia es "inquebrantable", pese a mantener dos guerras abiertas en Irak y Afganistán.

Ante una audiencia compuesta de representantes de la vida política, económica y cultural japonesa , el líder estadounidense repasó los principales desafíos que afronta Extremo Oriente.

En esta línea, dedicó una mención especial a Corea del Norte y su programa nuclear y aclaró que EEUU "no se acobardará ante las amenazas" repetidas por Pyongyang, a la que instó a regresar a la mesa de negociaciones a seis bandas para que ese régimen renuncie a sus ambiciones atómicas.

Horas después, el presidente norteamericano llegaba a Singapur para tomar parte en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la segunda etapa de su gira asiática, que también le llevará a China.

El avión Air Force One de Obama aterrizó pasadas las 20:00 horas (12.00 GMT) en la base militar Paya Lebar de la ciudad-estado donde participí en la cena de gala de líderes del bloque regional.

Además de participar en la cita del APEC, en Singapur está previsto que el mandatario norteamericano mantenga una serie de encuentros bilaterales y se reúna con los diez jefes de estado o gobierno de los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN).