El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy a la comunidad internacional 550 millones de dólares en ayuda urgente para asistir a los millones de afectados por el sismo en Haití.

"La mayoría de estos fondos son para necesidades urgentes", dijo en una conferencia de prensa el máximo responsable de Naciones Unidas, quien también se mostró complacido con la "generosidad" demostrada hasta ahora por la comunidad internacional.

Calculó que "una alta proporción" de los 3 millones de habitantes de la capital haitiana, Puerto Príncipe, carecen de acceso a alimentos, agua, techo o electricidad.

Al menos el 50% de los inmuebles de la ciudad y sus alrededores han sufrido daños a causa del terremoto de intensidad siete en la escala de Richter que azotó el martes el país caribeño, dijo, aunque declinó ofrecer un cálculo del número de víctimas mortales.

"Dado el número de personas en la calle, sin vivienda, tenemos que proporcionar refugios, por lo que necesitamos tiendas de campaña, muchas tiendas de campaña. También necesitamos material médico, y necesitamos todavía más personal médico", apuntó.

Ban señaló que la ONU hará oficial en las próximas horas esa solicitud de ayuda e indicó que tiene la intención de viajar a la zona del desastre "muy pronto para expresar mi solidaridad al pueblo haitiano y al personal de la ONU, así como para evaluar en persona la situación".

"La respuesta de la comunidad ha sido generosa y firme, y está en aumento con rapidez y eficacia pese a las difíciles circunstancias", apuntó Ban, que admitió que va "inevitablemente más lento y con más dificultades de las que quisiéramos".

El secretario general de la ONU subrayó que las operaciones en Haití todavía están en la fase de "búsqueda y rescate, para tratar de salvar cuantas vidas sea posible", aunque con el paso de las horas se reducen las posibilidades de encontrar personas con vida entre los escombros.

Explicó que un centro de mando de la ONU en el aeropuerto de Puerto Príncipe coordina las tareas de los al menos 27 equipos de rescate que han llegado hasta ahora al país y que todavía carecen de la maquinaria pesada necesaria para la magnitud de la catástrofe.

Al mismo tiempo, pidió "paciencia" a los millones de afectados por el sismo ante las informaciones que llegan de la zona de saqueos y protestas por la falta de ayuda.

"Sabemos que hay mucha frustración entre la población, lo que nos preocupa, y por ello estamos tomando precauciones", agregó.

El máximo responsable de la ONU señaló que la misión del organismo en el país (Minustah) coordina con las autoridades haitianas las medidas para mantener el orden público.

Indicó que se han abierto 15 puntos de distribución de alimentos en toda la zona afectada por el sismo, en las que se entregan galletas proteínicas y comidas preparadas.

"Obviamente, es una gota en el mar ante la gran precariedad que hay, pero la agencia (Programa Mundial de Alimentos) tiene previsto aumentar sus operaciones para en 15 días alimentar a 1 millón de personas y en un mes a 2 millones", agregó.

Por otro lado, la ONU elevó a 37 el número de sus empleados fallecidos en el terremoto del martes, al tiempo que unos 300 permanecen desaparecidos o en paradero desconocido.