La secretaria social del presidente Barack Obama, Desiree Rogers, involucrada en el incidente en el que una pareja de intrusos pudo acceder a un banquete de Estado en la Casa Blanca, ha presentado su renuncia, anunció hoy la residencia presidencial.

Según la Casa Blanca, Rogers comunicó a Obama y a su esposa, Michelle, su intención de abandonar el cargo a principios de enero para volver a la empresa privada.

Rogers, amiga de los Obama en Chicago, había recibido duras críticas por su papel en el incidente en el que los esposos Tareq y Michaele Salahi, dos advenedizos sociales, lograron ser admitidos en la recepción previa a la primera cena de Estado de los Obama, ofrecida en honor del primer ministro indio, Manmohan Singh, el 24 de noviembre.

Los Salahi no contaban con una invitación para el acontecimiento, del que estaba a cargo la secretaria social.

Célebre tanto por su gusto por la moda como por sus dotes organizativas, Rogers reconoció con posterioridad que ese día no había personal de su oficina en los accesos a la Casa Blanca para controlar si las personas que acudían estaban verdaderamente invitadas o no.

Un comité del Congreso solicitó que la secretaria social acudiera a declarar sobre el incidente, aunque la Casa Blanca lo rechazó con el argumento de la separación de poderes.

En un comunicado, Obama y su esposa, Michelle, dieron las gracias a la alta funcionaria por su "excelente trabajo" a la hora de organizar centenares de eventos durante sus trece meses en el cargo.

Según afirmaron, Rogers contribuyó a hacer realidad el deseo de la pareja presidencial de hacer de la Casa Blanca "un hogar para la población" estadounidense.

En declaraciones al diario "Chicago Sun-Times", Rogers, quien hará efectiva su dimisión a finales de este mes, expresó su orgullo por haber conseguido este objetivo.

"Nuestra oficina ha podido sentar las bases para lo que será conocido como el hogar del pueblo", aseguró.