El cadáver del preso político Orlando Zapata Tamayo fue sepultado ayer en el este de Cuba en medio de un gran despliegue de seguridad, mientras los medios informativos de la isla, todos oficiales, sigue sin mencionar el caso y ocultan incluso lo que dijo al respecto el presidente Raúl Castro.

Fuentes de la oposición relataron que el entierro ocurrió al amanecer en Banes, pueblo natal de Zapata, "bajo un verdadero estado de sitio" que rige allí desde el martes, cuando el disidente murió en un hospital de La Habana.

No se conocen mayores detalles de lo ocurrido tras el sepelio en ese pueblo de la provincia oriental de Holguín, a mil kilómetros al este de La Habana.

Según el portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, Banes y los alrededores estaban "ocupados" por numerosos policías y agentes de la seguridad del Estado.

"Era como un pueblo tomado por el Ejército japonés en Filipinas", con todas las entradas de Banes y los lugares públicos muy controlados, agregó Sánchez.

Fuentes opositoras denunciaron desde el miércoles las fuertes medidas de seguridad en Banes y otras poblaciones del oriente de la isla, y particularmente alrededor de la casa de Zapata, albañil de 37 años apresado en 2003.

Cincuenta arrestos

Según las CCDHRN, al menos 50 disidentes fueron detenidos en los últimos días o forzados a quedarse en sus casas para evitar que asistieran al velatorio y entierro.

La oposición y la familia acusan de "asesinato" al gobierno que preside el general Raúl Castro, de haber retenido hasta después del mediodía del miércoles el cadáver de Zapata y de exigir a la madre, Reina Tamayo, que lo sepultara ese mismo día.

Reina Tamayo dejó claro que no aceptará ninguna disculpa del régimen -algo que tampoco han hecho, precisó- y consideró una muestra de "cinismo" que Raúl Castro culpe a Estados Unidos de la muerte de su hijo. "No admito que Raúl Castro pase condolencias a esta madre. Esto es un asesinato premeditado", aseguró.

La madre pidió a la comunidad internacional "mano severa" contra el régimen porque, de lo contrario, no se lograrán mejoras para el resto de presos políticos.

"Si los países aledaños no toman mano severa con Cuba yo no pienso que mejore la situación de los presos, no solamente para los políticos, también para los presos comunes" en las cárceles cubanas. "No hay Derechos Humanos".