La salud del psicólogo y periodista cubano disidente Guillermo Fariñas empieza a resentirse y muestra signos de deshidratación tras cuatro días en huelga de hambre y de sed, informó ayer su esposa, Clara Pérez Gómez, desde la ciudad central de Santa Clara.

"Está en mal estado, está decaído y no se puede levantar. No está ingiriendo nada (...) no está durmiendo bien", dijo.

Según relató Fariñas, el viernes dejó de comer y de beber el miércoles, cuando fue detenido y golpeado por policías que le impidieron ir a Banes, pueblo en el que fue enterrado el preso político Orlando Zapata Tamayo, fallecido el martes en La Habana tras 85 días en huelga de hambre.

Por ese mismo motivo empezaron ayunos voluntarios otros cuatro presos políticos.