El gobierno chileno aumentó el despliegue militar para frenar el vandalismo desatado tras el terremoto del pasado sábado en algunas localidades afectadas, mientras la ayuda a los damnificados ha comenzado a fluir.

En tanto, la cifra de muertos a causa del sismo se elevó hoy a 763, de los que 554 corresponden a la región del Maule, 92 al Biobío, 48 a la región de O''Higgins, 38 a Santiago, 18 a la región de Valparaíso y 13 a La Araucanía, según la Oficina Nacional de Emergencia.

También se conoció hoy que los heridos suman 500, de los que cien están graves, según el ministro de Salud, Álvaro Erazo.

Tras reunirse con jefes militares y policiales, la presidenta Michelle Bachelet, advirtió hoy que ambos estamentos "actuarán con toda la severidad necesaria", para frenar los saqueos y el pillaje.

"Sabemos que hay acciones de pequeños grupos que están provocando enormes daños materiales y humanos" dijo la mandataria, que aseguró que el gobierno "va a cortar de raíz los desmanes" y advirtió que "quienes no entiendan eso, que se atengan a las consecuencias".

Informó además del envío a las regiones del Maule y Biobío de 11.850 soldados, 2.131 marinos, 50 aeronaves para establecer un puente aéreo, dos fragatas y una barcaza.

Bachelet, que ha recibido críticas del presidente electo, Sebastián Piñera, de alcaldes y otras autoridades locales por no haber enviado antes a los militares, reconoció también que es necesario "ir mejorando la efectividad de las tareas de control del orden público" en aquellas zonas.

En ese marco, el toque de queda impuesto en la provincia de Concepción para frenar los saqueos y desmanes se extenderá por 18 horas desde las 18:00 horas de hoy (21:00 GMT) hasta el mediodía del miércoles (15:00 GMT).

La decisión obedece a la necesidad de proteger la ayuda alimentaria para los damnificados que ya está llegando a la zona y su distribución, que será "casa por casa", dijo a los periodistas el general Guillermo Ramírez, jefe de la zona en estado de catástrofe en la región del Bio Bío.

También para proceder, con tranquilidad, a la reposición de los servicios básicos (electricidad, agua), que continúan cortados, añadió.

Ramírez advirtió que las tropas destacadas en la zona "no se van a inhibir" en el cumplimiento de su misión de resguardar el orden y llamó a la población a respetar las instrucciones oficiales, "para no tener que lamentar algún incidente lamentable".

De forma paralela, han comenzado a fluir hacia las áreas afectadas cargamentos de ayuda, que se espera aumenten con el correr de los días, ya que la conexión vial desde Santiago hacia el sur se ha restablecido, aunque con desvíos y otras medidas que hacen muy lenta la circulación de vehículos.

Helicópteros militares con ayuda llegaron al litoral del Maule, donde varias localidades costeras fueron arrasadas por un tsunami que siguió al terremoto.

También tres naves de la Marina con más de mil toneladas de ayuda comenzaron a recorrer las localidades costeras de todas las regiones afectadas por el sismo.

"Ya se han desplegado todos los recursos humanos y materiales necesarios para atender la emergencia", dijo Bachelet al respecto.

Ello implica tanto el control del orden público y la seguridad, como la entrega de agua y víveres, instalación de hospitales de campaña y restablecimiento de las comunicaciones, precisó.

La principal preocupación del Gobierno en estos momentos "es brindar seguridad y tranquilidad a la población", afirmó y dijo entender "perfectamente" la angustia y las necesidades apremiantes de la gente.

"Nuestro objetivo es ir en ayuda de la gente y enfrentar la emergencia en la zonas devastadas; quienes no entiendan eso van a recibir todo el rigor de la ley", dijo Bachelet.

La presidenta chilena consideró que "tampoco es aceptable que los vecinos, además de estar legítimamente preocupados por este cruento embate de la naturaleza, tengan que estar armando autodefensas para cuidar lo poco que les quedó tras el terremoto".

En Concepción y localidades aledañas piquetes de vecinos, provistos de palos, martillos, trozos de hierro, cuchillos de cocina y escopetas, pasaron la noche en vela para cuidar sus casas y pertenencias.

Así, la llegada de los militares fue recibida con aplausos en las localidades afectadas, como fue el caso de Coronel, en la provincia de Arauco.