España fue elegida ayer para ocupar durante los próximos tres años un asiento de los 47 del Consejo de Derechos Humanos (CDH), el principal órgano internacional encargado de evaluar la situación de los derechos fundamentales en el mundo.

"Es una gran satisfacción, un espaldarazo y una gran responsabilidad. Así lo asumimos", dijo ayer el embajador de España ante la ONU, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, al término de la votación.

La Asamblea General de la ONU renovó 14 de los 47 puestos de ese órgano intergubernamental, y en las votaciones también resultaron elegidos Guatemala y Ecuador, que se hicieron con los dos puestos disponibles para Latinoamérica y el Caribe, al recibir el voto de 180 países, en ambos casos.

"España va a tener una actuación muy intensa. Sobre todo ahora que hay una etapa en la que se va a revisar toda la forma de actuar del Consejo. Queremos que sea más eficaz en su tarea", subrayó Yáñez.

El Gobierno español tiene en su agenda, con vistas al nuevo puesto, actualizar el plan nacional de los derechos humanos presentado hace un año ante Naciones Unidas por su vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

"Ahora se va a actualizar, y queremos llevar al plano internacional buena parte de esa línea de acción", señaló.

Yáñez-Barnuevo señaló que las autoridades españolas quieren potenciar "todo lo que tenga que ver con la promoción de la igualdad de las personas, cualquiera que sea su situación económica o social, o su orientación sexual". Asimismo, quieren intensificar "la lucha contra toda forma de discriminación o intolerancia" y trabajar, en el caso de los países en desarrollo, por "los derechos económicos, entre ellos el derecho al agua".

Igualmente se refirió a las críticas, generadas desde diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos, a la elección al CDH de países como Libia, Angola, Uganda, Malasia y Tailandia, a los que consideran países que poco respetuosos de esos principios fundamentales.

"El CDH, como todos los órganos de la ONU, es una representación del conjunto de la comunidad internacional. No se puede pensar que sólo países virtuosos vayan a formar parte del CDH u otro órgano de la ONU", dijo.

Subrayó que España y la UE ya afirmaron en un comunicado formal a todos los miembros de la ONU, que "los países conocidos por ser transgresores de los derechos humanos y que, incluso, son señalados en resoluciones de la Asamblea General no deberían forman parte del Consejo".