Egipto reabrió ayer su frontera con el sur de Gaza a fin de permitir la salida de este territorio palestino controlado por el movimiento islamista Hamas, a unos 8.000 palestinos atrapados en la franja. La Corporación Palestina para las Fronteras y Cruces dijo en un comunicado de prensa remitido a los medios que tras dos meses y medio de clausura del paso de Rafah, en el sur de la franja, El Cairo abre su frontera durante tres días.

"Alrededor de 8.000 palestinos, incluidos enfermos, estudiantes y hombres de negocios palestinos con otras nacionalidades cruzarán al territorio egipcio" desde ayer y hasta mañana, afirma el comunicado.

Esa corporación, controlada por Hamas, expresó su confianza en que la reapertura del paso fronterizo de Rafah, "pueda aliviar el sufrimiento de la población que soporta más de tres años el estrecho bloqueo impuesto a la franja de Gaza".

La nota agregó que ayer diecisiete autobuses, seis de ellos cargados de pacientes que requieren tratamiento médico y once que cuentan con pasaportes extranjeros se esperaba que atravesasen la terminal de Gaza en dirección a Egipto".

Desde que Hamas se hizo por la fuerza de las armas con el control del territorio en junio de 2007, Egipto mantiene cerrada su frontera con la franja palestina aunque la abre de forma puntual por razones humanitarias.

El control israelí

Israel controla el resto de las fronteras con Gaza que mantiene completamente bloqueada desde que milicias palestinas capturaron a un soldado israelí, Guilad Shalit, en junio de 2006.

El Cairo rechaza reabrir la frontera de forma permanente hasta que las facciones antagonistas de Hamas y Al-Fatah, que lidera el presidente palestino, Mahmud Abas, no pacten un acuerdo de reconciliación.

El país vecino también es partidario de reactivar el funcionamiento de los cruces fronterizos de la franja de Gaza en virtud de un acuerdo patrocinado por EEUU en noviembre de 2005 que permitió abrir la terminal de Rafah.

Ese acuerdo estipulaba que las fuerzas de la ANP operaran dentro de la terminal con la presencia de observadores de la UE, mientras que Israel controlaba desde la distancia todo el proceso a través de un sistema de cámaras que vigilaban el operativo.

La misión de la UE abandonó las actividades en Rafah después de que Hamas tomara la franja de Gaza y expulsara a las fuerzas leales al presidente Abas, presentes en la frontera.