Tres de los seis saharauis que tienen pendiente en Marruecos un juicio militar tras haber viajado a los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) salieron hoy de la cárcel de la localidad marroquí de Salé después de que un juez les concediera la libertad provisional.

Saleh Labihi, Rachid Sghayer y Yahdih Etaruzi abandonaron el centro penitenciario a las seis y media de la tarde hora local (17:30 GMT) con la vestimenta típica saharaui y un pequeño cartel en el que se podía leer "Sahara Libre", que los agentes desplegados ante la entrada intentaron evitar que mostraran.

Acogidos temporalmente en casa de otro militante y acompañados de algunos de sus familiares, relataron a la prensa que su victoria "no será completa" hasta que no se libere a sus otros tres compañeros, que fueron detenidos junto con ellos el pasado octubre en el aeropuerto de Casablanca.

Todavía recluidos en prisión permanecen el presidente de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones graves de los Derechos Humanos (ASVDH), Brahim Dahan, el vicepresidente de CODESA -organización que preside la activista Aminatu Haidar-, Ali Salem Tamek, y Ahmed Nasiri.

El conocido como "Grupo de los Siete" (que se quedó en seis después de la liberación de la activista Degja Lachgar por motivos de salud) está acusado de haberse puesto en contacto con "partes hostiles" al país, es decir, con altos cargos de la seguridad militar argelina.

Una acusación que Etaruzi califica de "locura de las autoridades" y de "propaganda del Estado con el objetivo de detenerlos", pues su visita a esos territorios, asegura, fue de carácter familiar "y con el objetivo también de informar a los saharauis allí residentes de la situación de los derechos humanos en el Sahara Occidental".

Sus primeros cuatro meses en prisión, tras ocho días en la comisaría de la Policía Judicial de Casablanca, cuatro de ellos "con los ojos vendados", según Sghayer, estuvieron en grupos de dos, "totalmente aislados del mundo exterior, sin llamadas ni visitas, malnutridos, maltratados e insultados por los guardias penitenciarios".

Para Sghayer, miembro del Comité contra la Tortura de Dajla, su localidad natal, su liberación ha sido posible gracias a la presión de organismos internacionales como Human Rights Watch y a la mediación de la ONG Al Wassit para la Democracia y los Derechos Humanos.

Los seis decidieron iniciar una huelga de hambre para reivindicar un juicio justo o su liberación incondicional, y pusieron fin a esa protesta el pasado 27 de abril, tras 41 días de ayuno, por el "compromiso alcanzado para resolver su situación".

"Nos dijeron que si parábamos la huelga se nos iba a conceder la libertad provisional", afirmó hoy Sghayer, que en su nombre y el de sus compañeros instó a las organizaciones internacionales a que "sigan presionando para lograr la salida" de los otros tres reclusos.

Uno de los abogados de ese colectivo, Mohamed Esabar, confió hoy en que éstos sean liberados próximamente, e indicó a EFE que la semana que viene va a presentar una nueva demanda ante el Tribunal Militar de Rabat para solicitar su libertad.

Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Jalid Naciri, dijo que "el caso está en manos de la Justicia, que es libre e independiente, por lo que el Gobierno no tiene que nada que decir ni sobre su liberación ni sobre los cargos que pesan contra ellos".