Tras una larga reunión de ardua y compleja negociación, Brasil y Turquía lograron ayer arrancar un compromiso a Irán para que intercambie su uranio en el exterior y se abra así la puerta a una solución dialogada del conflicto en torno a su programa nuclear.

El acuerdo fue sellado a primera hora de la mañana en el centro de convenciones de Velenyak, en el norte de Teherán, durante un desayuno de trabajo que compartieron el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, su colega brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva y el primer ministro turco.

El documento apenas introduce cambios respecto al propuesto por las grandes potencias el pasado noviembre, pero fue presentado como una victoria de los llamados países emergentes, pues en opinión de sus promotores deja sin fundamento la imposición de nuevas sanciones.