La Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navi Pillay, solicitó hoy a las autoridades kirguís que hagan lo necesario para controlar la violencia étnica desatada en los últimos días en el sur de Kirguizistán para evitar que se expanda al resto del país y a los Estados vecinos.

"Hace muchos años que la región está bajo un polvorín, y por esa razón es esencial que las autoridades actúen de forma firme para frenar la violencia -que parece estar orquestada, y bien planificada- antes de que se expanda por todo Kirguizistán o incluso a través de las fronteras, hacia los países vecinos", señaló Pillay en un comunicado.

La Alta Comisionada se mostró "conmocionada" y "alarmada" por la escalada de violencia étnica, y pidió a las autoridades que "protejan la vida de los ciudadanos sea cual sea su grupo étnico".

"Parece que ha habido asesinatos indiscriminados, incluido de niños, y que se han producido violaciones en base a la etnia, es intolerable", agregó.

Asimismo, Pillay lamentó la supuesta orden de "disparar a matar" dada por el Gobierno a la Policía y al Ejército, y recordó a las autoridades que el uso de la fuerza debe ser mesurado y proporcional.