Las Damas de Blanco, grupo de mujeres familiares de los 75 opositores presos en la primavera de 2003, dijeron ayer que esperan más excarcelaciones tras la del disidente enfermo Ariel Sigler, que califican de "pequeño paso", pero no lo ven como un avance en materia de derechos humanos en Cuba.

Laura Pollán, líder de ese colectivo femenino, declaró a periodistas que esperan más excarcelaciones, de los 10 ó 12 presos políticos más enfermos, porque una excarcelación -la de Sigler- "no es un movimiento fundamental", sino "un pequeño paso", pero "no grandes pasos".

Pollan dijo que algunas mujeres del grupo planean visitar el próximo martes a Ariel Sigler, y exhortó a "animarlo y darle apoyo" porque presenta un delicado estado de salud.

Sigler cumplía una condena de 20 años de cárcel y fue excarcelado el sábado pasado con una licencia extra-penal, mientras otros seis presos políticos fueron trasladados a penitenciarías y hospitales cercanos a sus lugares de residencia.

Ésta es la segunda medida del Gobierno de Raúl Castro con relación a los prisioneros políticos tras el proceso de diálogo abierto con la jerarquía de la Iglesia católica en la isla en mayo último, que tuvo un primer "paso" el 1 de junio con la reubicación de los primeros seis presos.

"Aquí no hay todavía avances, cuando suelten a 15, 20 (presos políticos), ahí podremos hablar de buena voluntad y de pasos pero mientras no", afirmó Pollán, tras la marcha que acostumbran a realizar las Damas de Blanco los domingos a la salida de la misa en la iglesia habanera de "Santa Rita".