La batalla parlamentaria por la reforma de las pensiones, que sobre todo elevará la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años, se inicia hoy en comisión en la Asamblea Nacional francesa, una confrontación derecha-izquierda que puede calentar la movilización sindical convocada el 7 de septiembre.

El ministro de Trabajo, Éric Woerth, lanzó hoy un llamamiento al "espíritu de responsabilidad" de los diputados de la comisión de Asuntos Sociales, al tiempo que reiteró los puntos de la reforma que considera inamovibles y aquellos en los que hay margen para la negociación.

Woerth, en una entrevista a la emisora de radio ''Europe 1'', señaló que lo que no se puede tocar es el retraso de la edad de jubilación en dos años de aquí a 2018, el aumento del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa y el objetivo del equilibrio financiero del sistema.

El ministro reiteró que "se puede seguir trabajando" sobre el reconocimiento de trabajos penosos a la hora de fijar las condiciones de jubilación, la edad a la que pueden retirarse los que han cubierto el periodo de cotización antes de los 60 años o el caso de aquellos que durante su vida laboral han cotizado a diferentes regímenes y que ahora se ven perjudicados.

Aunque el partido de la mayoría gubernamental, la UMP, había presentado una enmienda para que a partir de 2018 la edad de jubilación pueda seguir aumentando de forma automática si también lo hace la esperanza de vida, el ponente de esa formación, Denis Jacquat, dijo que sus diputados finalmente abandonarán esa línea.

En lo que parece un gesto para mostrar moderación, Jacquat explicó que "no es todavía el momento" de responder a los retos para el equilibrio del sistema de pensiones de los futuros aumentos de la esperanza de vida, y "por ahora preferimos proponer enmiendas que respondan a preocupaciones concretas de los franceses".

Sobre el carácter penoso de ciertos trabajos, este representante de la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP) dijo que esperarán a que empiece el debate en el plenario en septiembre y "el resultado de la concertación" con sindicatos y patronal.

Desde la oposición de izquierdas, la diputada socialista Marisol Touraine avanzó que desde el inicio esta tarde del trabajo en comisión van a "poner el acento en particular en el equilibrio financiero del sistema en el horizonte de 2025 y no en 2018 como lo propone el Gobierno".

Los socialistas, que han presentado 150 enmiendas, se quejan en particular de que en el proyecto de ley del Gobierno el esfuerzo para aumentar los ingresos viene casi exclusivamente de la prolongación del periodo de cotización, mientras que las nuevas fuentes de financiación.

Touraine repitió, en una entrevista a ''Les Echos'' su posición de que "hay que incitar a trabajar durante más tiempo, pero no imponerlo a todos", y también prever una evaluación del impacto de la reforma en 2025 para plantear desde entonces un aumento del periodo de cotización.

Junto al retraso de la edad de jubilación, otro de los puntos fundamentales del proyecto de ley es el aumento del nivel de cotización de los funcionarios, para equipararlo al de los trabajadores del sector privado.

Los sindicatos se han unido en la convocatoria de una jornada de huelgas y movilizaciones el 7 de septiembre, después de las cuatro que se han organizado durante este año, la última el 24 de junio.