La huelga de controladores aéreos franceses, en la que participa entre el 30% y el 50% de los convocados, causó esta mañana la cancelación de vuelos prevista y el cierre de varios aeropuertos, pero no más retrasos de los habituales.

La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) indicó que la anulación de vuelos era antes del mediodía "conforme" con las indicaciones que había dado, lo que significa el 50% de los que habitualmente operan en el aeropuerto parisino de Orly y el 20% en el de Roissy Charles de Gaulle, el mayor del país, también en la capital.

Un portavoz de la DGAC dijo que debido a que la mayor parte de los pasajeros afectados no había acudido a los aeropuertos al haberse informado con sus respectivas compañías, "la gestión es bastante fluida" y no se producen más retrasos que en un día normal.

El portavoz añadió que durante la mañana estuvieron cerrados, al haberse suprimido todas las operaciones, los aeropuertos de Biarritz, La Rochelle, Pau, Brest, Bergerac, Dinard y Metz-Nancy.

También estuvo cerrado en las primeras horas el de Lille-Lesquin, pero reabrió a media mañana. Todos ellos quedan al margen de los servicios mínimos que la Aviación Civil garantiza para los diez mayores aeropuertos del país.

Según la DGAC, el porcentaje de huelguistas es del 30% en el conjunto del país entre los controladores aéreos, una cifra que los sindicatos organizadores de la protesta elevan al 50%.

Las conexiones más afectadas en términos generales son las interiores y los enlaces con países vecinos, mientras que las compañías aéreas se han esforzado por mantener los vuelos intercontinentales y también los que tenían como destino las Antillas francesas.

Desde última hora de ayer, la protesta de los controladores empezó a tener consecuencias con retrasos y conexiones anuladas, como una decena de la compañía británica Easyjet programados en Orly.

En esta tercera movilización de los controladores franceses contra la reorganización del espacio aéreo para su unificación en la Unión Europea, no ha habido grandes colas en los aeropuertos debido a que los pasajeros se han informado y tampoco se han constatado grandes retrasos.

En Niza -tercer aeropuerto francés por tráfico- se suprimió un 10% de los vuelos, sobre todo los que unen la capital de la Costa Azul con París.

La Aviación Civil había advertido de que, además del problema de la huelga, el tráfico aéreo en Francia podría verse afectado por el paso de un frente de tormentas que está atravesando el país de oeste a este, y que debía afectar en particular al norte, al noroeste y al centro.

La razón del paro, convocado por cinco sindicatos -pero no el mayoritario SNTCA-, es denunciar la reestructuración del espacio aéreo europeo para la unificación en varios bloques cada uno de los cuales integraría a varios países, cuando hasta ahora la competencia es de cada Estado.

Los organizadores del movimiento temen en particular que los 4.400 controladores franceses y los otros 8.000 empleados de la DGAC pierdan su estatuto de funcionarios al ser absorbidos por una estructura junto a sus colegas de Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda y Luxemburgo en FABEC (Fonctional Airspace Block Europe Central), que representa el 55% de la actividad europea.