La Unión Europea lanzó este martes formalmente el proceso de negociación con Islandia, un año y diez días después de que el pequeño país ártico de poco más de 300.000 habitantes presentara su candidatura para formar parte del club comunitario.

El capítulo pesquero, la compensación a los ahorradores británicos y holandeses por la quiebra del banco ''Icesave'' y la oposición de la opinión pública local serán los principales escollos de un proceso que durará al menos un año. La decisión deberá ser luego ratificada por los islandeses en referéndum, por lo que su ingreso en la UE podría retrasarse.

El ministro de Exteriores islandés, Ossur Skarphéoinsson, que participó en Bruselas junto a representantes de la Comisión Europea y de la presidencia belga de la UE en la Conferencia Intergubernamental que escenificó el inicio del proceso, calificó el día de "histórico" y entre la serie de argumentos que usó para defender la candidatura esgrimió el económico.

"Si Islandia hubiera solicitado su ingreso en la Unión seis o siete años antes y hubiéramos adoptado el euro, los bancos no habrían sufrido el mismo colapso financiero", dijo, achacando esa crisis a la falta de confianza en la corona islandesa.

También hizo valer la posición estratégica del país por su cercanía al Artico para luchar contra el cambio climático y como fuente de energías renovables. Y minimizó el poco entusiasmo que la idea de unirse a la UE suscita entre sus conciudadanos, persuadido de que el Gobierno logrará convencerlos de las bondades de estar en Europa.

Para ello contará con la colaboración de la Comisión Europea, que en septiembre abrirá una oficina de Representación en Reikiavik para ofrecer a los ciudadanos información "objetiva" basada en "hechos y cifras" y no en "mitos y miedos", en palabras del responsable de Ampliación del Ejecutivo comunitario, Stefan Fülle.

Fülle informó asimismo de que la CE iniciará el próximo noviembre el análisis de la legislación islandesa para determinar las áreas en las que el candidato deberá hacer más esfuerzos para incorporar y aplicar correctamente la normativa comunitaria, una evaluación que prevé terminar antes del verano de 2011.

De los 35 capítulos que jalonan el camino hacia la UE, Bruselas comenzará con los más complicados, esto es, pesca, agricultura, desarrollo rural, medio ambiente, libre circulación de capitales y servicios financieros. Uno de ellos, el pesquero, fue defendido por el ministro Skarphéoinsson como uno de los "rasgos distintivos" de la economía islandesa.

Así, aunque admitió que este sector en Islandia no es "perfecto" en cuanto a estándares europeos se refiere, se mostró convencido de que se logrará una solución "imaginativa" para no incomodar a ningún Estado miembro con intereses similares, entre ellos España.

"Se me ha preguntado muchas veces por las líneas rojas, también en España, a donde he viajado mucho para hablar con la buena gente de Galicia y los políticos españoles, y me sorprendió la comprensión que encontré allí", dijo.

Respecto a la caza de la ballena, otro de los temas polémicos, el jefe de la diplomacia islandesa alegó que se trata de un sistema "sostenible" que no pone en peligro a la especie, adelantando que el país no aceptará la obligación de detener esta práctica.

SISTEMA FINANCIERO

Otro elemento que podría interferir en la buena marcha de las negociaciones deriva de un conflicto bilateral que Islandia mantiene con Reino Unido y Países Bajos a raíz de la quiebra del banco ''Icesave'' y la compensación exigida para los británicos y holandeses que tenían allí sus ahorros.

El ministro islandés recordó que se ha intentado resolver la cuestión durante el último año, pero no ocultó que este tema podría influir en las negociaciones. "No tengo una bola de cristal para adivinar el futuro, por eso no se cuál será el final", bromeó.

Pese a todo, Islandia está en una "buena posición", tal y como recordó el ministro de Exteriores belga, Steven Vanackere, para cumplir los criterios económicos y políticos fijados en Copenhague en 1993, dado que el país forma ya parte del Espacio Económico Europeo y del área Schengen.

La Comisión Europea había recomendado de hecho el pasado mes de febrero de 2010 la apertura de negociaciones de adhesión, al considerar que comparte los valores comunes de la Unión Europea sobre democracia, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos.

La petición de Islandia para unirse al club comunitario se produjo en plena crisis económica. El colapso del vulnerable sector bancario islandés en octubre de 2008 llevó a la economía de la isla a una profunda depresión pero con la ayuda de la comunidad internacional y del Fondo Monetario Internacional (FMI) el país está empezando a mostrar los primeros signos de estabilización.

Al hacerse cargo el Estado de los bancos en quiebra, el déficit público se disparó hasta el 14,4% del PIB en 2009 y ese mismo año la deuda pública alcanzó el 130% del PIB, un tercio procedente de las deudas de ''Icesave''. Así pues, el saneamiento presupuestario sigue siendo el principal desafío del país.