La Unión Europea (UE) reconoció ayer la necesidad de movilizar nuevos recursos para promover la seguridad y el desarrollo en la región del Sahel, donde la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) asesinó al cooperante francés Michel Germaneau, tal y como confirmó el propio presidente galo, Nicolas Sarkozy.

En el consejo de ministros de Exteriores de la UE, los Veintisiete consensuaron una declaración en la que condenan el asesinato de Germaneau y constatan el "deterioro" de la situación en la franja del Sahel-Sáhara.

Todos ellos destacaron que el AQMI amenaza especialmente a los nacionales europeos, tomando en consideración que en los últimos 18 meses ha tomado como rehenes a una docena de europeos. Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó que el asesinato del rehén francés no hará cambiar la estrategia española respecto a los cooperantes españoles secuestrados en Mauritania.