Tres altos mandos del Ejército de la República Checa que abandonaron sus puestos hace algunos meses, estaban supuestamente implicados en una trama de espionaje ruso, según informó hoy el diario "Mlada Fronta Dnes".

Dichos mandos, que fueron reemplazados a finales del 2009, fueron el comandante de la Oficina Militar de Presidencia, Frantisek Hrabal; el representante checo en el Alto Mando de la OTAN en Europa, Josef Sedlák, y el primer subcomandante del Alto Mando Militar checo, Josef Proks.

Según el rotativo, el motivo de las destituciones fue que la agenda de trabajo de los tres implicados estuvo durante un tiempo encomendada a una oficial checa, la cual suministraba información confidencial a un espía que trabajaba para Rusia.

El servicio de contraespionaje militar checo tuvo a dicha oficial en su punto de mira durante un lustro, y tras constatar su relación con el espía, tuvo que abandonar su puesto, mientras que el primero, de nacionalidad checa, huyó del país.

En la última memoria de los servicios de inteligencia militar se hacia constar: "hemos identificado y eliminado la entrada de los servicios de espionaje rusos en los puestos influyentes de la estructura militar, cuyo objeto era obtener información delicada de los más altos peldaños de la Armada", cita el diario.

Añade que se trata del escándalo de "espionaje más grande vivido en los últimos años, ya que trajo consigo un terremoto de personal fulminante en los puestos más elevados, algo nunca antes experimentado".