El secretario del Ministerio de Salud de Chile en la norteña región de Atacama, Raúl Martínez Guzmán, renunció hoy por supuesta responsabilidad en la reapertura de la mina San José, donde están atrapados 33 mineros, tras un accidente a principios de julio pasado en el que un obrero perdió una pierna.

Según informaron fuentes oficiales, Martínez Guzmán firmó la resolución que el pasado 28 de julio permitió reabrir la mina, que había sido clausurada después del accidente registrado el 3 de julio, en el que el minero Gino Cortés sufrió la amputación de una pierna.

Entonces se abrió una investigación y se instó a la minera San Esteban, propietaria del yacimiento, a realizar algunas medidas correctivas que, supuestamente, se llevaron a cabo, ya que Martínez permitió que se reanudaran las actividades.

Pocos días después, el 5 de agosto, se produjo el gran accidente en el que 33 trabajadores quedaron atrapados a 700 metros de profundidad.

En tanto, el fiscal regional de Atacama, Héctor Mella, solicitó al tribunal de la localidad de Caldera que dicte una orden de arraigo contra Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn, los dueños de la mina, para evitar que salgan del país mientras se investigan las responsabilidades que pueda haber en el siniestro, informaron fuentes judiciales.

"En principio nosotros tenemos que asegurar, y una primera manera de asegurar es a través de una orden de arraigo de partida, es una medida primaria", dijo el fiscal Mella a Radio Bío Bío.

Mientras tanto, los equipos de rescate empezarán este lunes la excavación de un conducto para salvar a los 33 trabajadores, labor que se extenderá por un lapso de entre tres y cuatro meses, según el Gobierno chileno.