Las autoridades regionales paquistaníes han instado a los damnificados por las inundaciones de varios distritos de la provincia sudoriental de Sindh a trasladarse a los campos de acogida instalados en la capital, Karachi, informaron ayer distintos medios locales.

El titular de Interior de Sindh, Zulfiqar Mirza, declaró al canal privado Geo Tv que los damnificados que buscaron refugio en zonas urbanas de los distritos de Thatta y Makli "deben ser trasladados" a los campos de acogida de la capital.

Mirza indicó que en algunos puntos de ambos distritos el agua ha abierto varias brechas en los muros de contención, por lo que estas zonas no son seguras para la población, y advirtió de que "el Gobierno los trasladará (a los afectados) a Karachi por la fuerza si insisten en permanecer allí".

Las inundaciones han anegado más de 5.000 localidades y dejado unos 3,7 millones de damnificados hasta la fecha. La catástrofe, que se desencadenó hace un mes, ha causado al menos 1.639 muertos.

Entretanto, la organización no gubernamental Oxfam pidió ayer al Gobierno de Pakistán y a la comunidad internacional que inicien de manera inmediata los esfuerzos de reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones, para evitar "consecuencias devastadoras en el largo plazo" para el país asiático.

En un comunicado, Oxfam indicó que las aguas siguen subiendo de nivel y que en los últimos días medio millón de personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares, mientras millones de ciudadanos siguen aislados y esperando desesperadamente la llegada de ayuda.

"Pakistán no se puede permitir el lujo de esperar a que se supere la fase de emergencia para empezar la reconstrucción", indicó esta organización.

La cifra de afectados (entre 17,2 y 20 millones de paquistaníes) es superior a la del conjunto de damnificados por el tsumani del océano Índico, el terremoto de Cachemira y el terremoto de Haití, a lo que hay que sumar que unos cinco millones de personas se han quedado sin hogar a causa de las riadas.

Neva Khan, director de Oxfam en Pakistán, explicó que "dos tercios de la población del país depende de la agricultura" e indicó que "existe un serio riesgo de que muchos agricultores no puedan plantar sus cosechas de invierno en el mes de septiembre".