El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, reveló hoy que llegó a plantearse la dimisión a raíz de la polémica suscitada por las actuales expulsiones de Francia de gitanos, pero no lo hizo porque eso sería como "desertar".

"Es importante seguir. Irse es desertar, es aceptar", explicó hoy el ministro en declaraciones a la emisora "RTL", en las que desveló que lo que está ocurriendo con los gitanos le hizo pensar que hay que ocuparse "mucho más" de este asunto.

No llegó a abandonar el cargo por "eficacia" ya que, según añade, "¿de qué les serviría eso a los gitanos?".

"No estoy contento con esta polémica", agrega el jefe de la diplomacia francesa antes de indicar que la política que se está aplicando con respecto al colectivo gitano es "necesaria" porque "es necesario hacer que se respete la ley".

Kouchner admite que la imagen de Francia en el extranjero se ha visto afectada por todo esto y que ahora habrá que hacer un trabajo de "explicación".