Dos periodistas españoles han sido hoy agredidos hoy en una sala del Tribunal de Primera Instancia de Ain Sbaa (Casablanca), donde se hallaban para cubrir un juicio contra siete activistas saharauis.

Según relató uno de los agredidos, Antonio Parreño, corresponsal de TVE, y como pudo constatar Efe, decenas de personas se abalanzaron sobre él y sobre otro de los periodistas, Eduardo Marín, de la Cadena SER, cuando intentaban tomar fotos del enorme revuelo desatado en la sala tras la aparición de los acusados, que coreaban consignas independentistas.

"Estaba grabando un vídeo y sacando fotos, al igual que hacía la mayoría del público en la sala, cuando alguien me agarró por detrás para quitarme la cámara. Me he resistido y entonces me han empezado a pegar decenas de personas", dijo Parreño.

Parreño explicó que recibió patadas, un puñetazo que le rompió las gafas, le escupieron y también sufrió alguna pedrada en el exterior del tribunal, aunque añadió que se encuentra bien.

Agentes de la Policía marroquí sacaron a Parreño de la sala para protegerlo de los golpes, y lo trasladaron a otras dependencias del tribunal, de donde ya ha salido.

Sin embargo, todavía se desconoce el paradero de Marín, quien también fue agredido y que también fue traslado a otro lugar, todavía desconocido, por policías marroquíes.

Fuentes diplomáticas españolas en Rabat informaron de que tanto el Consulado como la Embajada ya han iniciado las gestiones para hallar a Marín lo antes posible.

Tras el enorme revuelo causado por la agresión y por los enfrentamientos entre pro marroquíes y simpatizantes saharauis, el tribunal decidió suspender la vista contra los activistas, acusados de "atentar contra la seguridad del Estado", hasta el 14 de diciembre.

Según pudo constatar EFE, una veintena de agentes antidisturbios ha entrado en el tribunal, donde todavía permanecen algunos observadores internacional, activistas saharauis y público marroquí.